Epístolas Surianas – Mezquinos, alborotadores, perversos… – De Julio Ayala Carlos

AL IGUAL QUE EN EL CASO ACAPULCO, lo de José Joaquín de Herrera, es igual en lo de juicio político, desafuero o revocación de mandato. Pura grilla de los detractores y de quiénes no ven con buenos ojos a las alcaldesas respectivas. Y todo para hacerse notar, porque creen que así van a ser candidatos en el 2027. Claro, engañando al grupúsculo que los siguen.

En lo de Acapulco, en contra de la alcaldesa Abelina López Rodríguez está Ramiro Solorio Almazán, que nada más no levanta ni para ser candidato, y en consecuencia la utiliza para subir en preferencias. Y en el caso del municipio de José Joaquín de Herrera, mejor conocido como Hueycantenango, donde gobierna Micaela Manzano Martínez, los alborota Alberto Cortés Laureano.

Por supuesto, cada quien puede solicitar, exigir y demandar lo que considere pertinente. Sin embargo, todo indica que los alborotadores no saben que para un juicio político, revocación de mandato o desafuero deben cumplirse ciertos requisitos que establece la ley. Si lo saben, es peor, pues a sabiendas de eso, engañan a sus seguidores, a la población.

No. No se trata nada más de exigir, de demandar, porque a algunos no gusta cómo gobierna una autoridad, un alcalde o alcaldesa. La ley, hasta ahora, no está para gusto de algunos, y más aún, tampoco está para cumplir caprichos, para hacerse publicidad o para cobrar venganzas políticas.

Puede no gustar cómo gobiernan las autoridades, y los canales para sustituirlas los establece la ley, que, obvio, nada tiene que ver con la toma del palacio municipal como ocurre en Hueycantenango, o difamando y expandiendo mentiras, nada más por rencor o mezquindad política.

Hay que decirlo. Pretender quitar a los alcaldes, por la vía de la acusación, a través del juicio político, el desafuero o revocación de mandato, nada más porque a algunos no les gusta cómo gobiernan, y en otros casos poniéndoles piedras en el camino, e incluso creando problemas en el municipio, ciertamente no es de gente buena.

Aquí lo hemos dicho. Ningún alcalde es monedita de oro para caerle bien a todos…

Sin embargo, quererlos tirar del cargo, como es el caso de Heuycantenango, en donde algunos funcionarios municipales se han amafiado con Alberto Cortés Laureano, porque no entregan ellos apoyos del Ayuntamiento, como si fueran suyos, raya en la mezquindad y la ambición personal.

Y no, por supuesto que no se afecta a la alcaldesa con la toma del palacio municipal, si no a la población en general, lo cual parece que no entienden quienes están en contra de la edil, nada más porque no les deja meter mano al presupuesto.

En fin. Será el Congreso del estado, serán los diputados locales si se dejan amedrentar, extorsionar, y en su caso doblegar por mentes perversas que quieren obtener por la vía de la presión lo que no pudieron ganar en las urnas el 2 de junio del año pasado.

Es el caso de José Joaquín de Herrera, quien hoy le exigen todo a la alcaldesa, hasta carreteras, cuando en el pasado reciente, con la anterior edil, estaban callados, mudos, como momias.

Y en el caso de Acapulco, donde a la presidenta la culpan de todo, su principal detractor nada dice que sus familiares forman parte del gobierno municipal, en donde no hacen nada.

Lástima que los perversos se aprovechan de la ignorancia y la necesidad de mucha gente.

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