Mons. José de Jesús González Hernández O.F.M
Obispo de la Diócesis Chilpancingo – Chilapa
Mensaje para la 59ª Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales Compartan con mansedumbre la esperanza que hay en sus corazones (cf. 1 P 3,15-16)
Estimados periodistas y miembros de las Comunicaciones Sociales:
- Estamos celebrando la 59ª Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales
- En nuestra época, caracterizada por la desinformación y la polarización, donde unos pocos manejan un volumen de datos e información sin precedentes, me dirijo a ustedes con la convicción de que su labor como periodistas y comunicadores es hoy más necesaria que nunca.
- Desarmar la Comunicación
- Actualmente, la comunicación suele generar no esperanza, sino miedo y desesperanza, prejuicios y resentimiento, fanatismo e incluso odio; la palabra se convierte en un arma; se emplean informaciones falsas o distorsionadas con habilidad para difundir mensajes que buscan incitar, provocar y herir.
- Es fundamental “desarmar” la comunicación, transformando la agresividad en esperanza. La esperanza implica un riesgo, incluso el riesgo más grande de todos. Es una virtud oculta, constante y paciente. Para los cristianos, la esperanza no es una opción, sino una condición esencial que puede cambiar la vida: «Quien tiene esperanza vive de otra manera; se le ha dado una vida nueva» (Benedicto XVI).
- Dar razón con mansedumbre de la esperanza que hay en nosotros
- La comunicación de los cristianos —y en realidad, la comunicación en general, la que ustedes practican— debe estar impregnada de mansedumbre y cercanía, como la de compañeros de camino, siempre «con delicadeza y respeto».
- Con una comunicación que nos convierta en compañeros de camino de numerosos hermanos y hermanas, para renovar en ellos la esperanza en tiempos tan difíciles.
- Una comunicación que toque el corazón, despertando actitudes de apertura y amistad; que apueste por la belleza y la esperanza incluso en las circunstancias más difíciles; que inspire compromiso, empatía y genuino interés por los demás.
- Una comunicación que nos ayude a «reconocer la dignidad de cada ser humano y [a] cuidar juntos nuestra casa común» (Carta enc. Dilexit nos, 217).
- Una comunicación que no venda ilusiones o temores, sino que sea capaz de dar razones para esperar.
- Comunicar de esa manera ayuda a convertirse en “peregrinos de esperanza”, como dice el lema del Jubileo 2025.
- Esperar Juntos
- Estamos llamados a crecer unidos, tanto en humanidad y como humanidad. El desafío que enfrentamos es trabajar juntos para construir la paz. Así nos impulsa la esperanza y la necesidad de una comunicación atenta, serena y reflexiva, capaz de abrir caminos hacia el diálogo.
- Los animo, por tanto, a descubrir y compartir las numerosas historias de bien ocultas entre los pliegues de la crónica, y especialmente cuando hemos vivido —podemos decir juntos— días verdaderamente especiales, la partida del Papa Francisco y la Designación del Papa León XIV., los hemos, los han compartido a través de los distintos medios de comunicación.
16 Termino recordando la palabras del papa León XIV, en su reunión con los periodistas: “Hoy, uno de los desafíos más importantes es el de promover una comunicación capaz de hacernos salir de la “torre de Babel” en la que a veces nos encontramos, de la confusión de lenguajes sin amor, frecuentemente ideológicos y facciosos”. Es hermoso encontrar estas historias de esperanza y hacerlas visibles. - Que esta comunicación pueda contribuir a entretejer la comunión, a hacernos sentir menos solos, a descubrir la importancia de caminar juntos.
- Que Dios por intercesión de la Virgen María, derrame abundantes bendiciones a todos los comunicadores de nuestra Diócesis que colaboran en sus parroquias llevando el Evangelio a todos.
- Enhorabuena. Felicidades a todos los Comunicadores. Dios les bendiga y les guarde.
Mons. José de Jesús González Hernández O.F.M
Obispo de la Diócesis Chilpancingo – Chilapa