JORGE OCTAVIO OCHOA – Pablo Gómez, Estampa de la hipocresía ideológica – TRAS BAMBALINAS

TRAS BAMBALINAS. Pablo Gómez, estampa de la hipocresía ideológica

Por Jorge Octavio Ochoa.

Pablo Gómez, no solamente fue uno de los primeros diputados plurinominales que existieron en México, y que ahora él mismo se encargará de desaparecer. Es también el que alguna vez tildó a los del Partido Verde como los diputados “sandía”: verdes por fuera y rojos por dentro, dijo, jocoso.

Esto porque, según él, muchos candidatos del PRI se postularon con las siglas del PVEM para lograr una sobrerrepresentación en el Congreso de la Unión. Lo mismo que ahora posee Morena, con la infame participación de ese mismo partido, PVEM y el no menos deplorable PT.

Es un hombre “de izquierda”, que vive en los lujos de la derecha, con desparpajo; surfiando entre los acuerdos políticos “Por México”, de Peña Nieto, o las fusiones partidistas con ex priistas, como el Frente Democrático Nacional, que al final traicionó, ya como Morena, a su principal ideólogo: Porfirio Muñoz Ledo.

Con esa “solidez pragmática” que dibuja su rostro, Pablo Gómez se camufló en el 2018 bajo las siglas el Partido del Trabajo, que a su vez tuvo que traicionar a varios de sus miembros, para otorgarle la candidatura a Diputado. Es, un ínclito personaje del “alambrismo” político. Y se atreve a hablar de burocracias partidistas.

¿Cómo le podríamos llamar a él? Si tuviera que participar como candidato, bajo las condiciones que pretenden implantar ahora, nunca volvería a ser diputado, o senador. Sería sólo “el moretón”, por lo guinda y lo rojo. Pero él se percibe superior a los mortales.

Hace unos días, él mismo hizo un auto retrato de su trayectoria como político, en una entrevista para Excelsior. Ahí se autodefine. Él habla de una “burocracia parasitaria”, del “asalariado lambiscón” que colocan los líderes de partido. Él fue por lo menos 6 veces diputado, beneficiario de la reforma de Reyes Heroles.

En suma, por conflictos de interés, él no debiera presidir esa Comisión. No inspira confianza alguna. Se le vincula estrechamente con el expresidente, Andrés Manuel López Obrador. Además, su actuación como titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) fue deplorable.

Tan sólo el caso de los hermanos Bermúdez Requena y Adán Augusto, hacen injustificable su presencia en un órgano que, lo que menos tiene, es transparencia y honorabilidad. La composición del grupo, en su conjunto, es deplorable y de baja calidad, Leales, todos, al régimen de la 4T.

Empezando por Rosa Icela Rodríguez, secretaria de Gobernación, y José Peña Merino, titular de la Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones, que hasta la fecha sigue siendo visto como un espía. Luego, Ernestina Godoy Ramos, consejera Jurídica del Ejecutivo Federal.

Y qué decir de Lázaro Cárdenas Batel, titular de la Oficina de la Presidencia de la República, o Jesús Ramírez Cuevas, panegirista oficial de Morena, coordinador de Asesores de la Oficina de la Presidencia; o Arturo Zaldívar, artífice de la nefasta Reforma Judicial, hoy coordinador de Política y Gobierno de Sheinbaum.

Pero, además, la reforma en sí es como un ultimátum, una pistola en la cabeza de los deleznables partidos satélites como el PVEM, PT, que quedarían disminuidos a su mínima expresión, con la eliminación de legisladores plurinominales. Los que quieran ocupar un escaño o una curul, tendrán que hacer campañas.

La presencia de esos partidos, e incluso la del PRI, estará en el filo de la navaja. Los ganadores por mayoría relativa, determinaría la composición de las Cámaras, en obvio beneficio para los partidos más grandes. Esto permitirá recortar el financiamiento público a partidos políticos.

La trampa, es que esta reforma no entrará en vigor en las elecciones del 2027. Con su campaña de afiliación y reestructuración territorial, Morena prepara el terreno, para tener un control absoluto sobre sus aliados verdes y del PT. A su vez PAN, PRI e incluso Movimiento Ciudadano, tendrían que redefinir sus políticas de alianzas.

Como partido mayoritario y, virtualmente de Estado, Morena tendrá maniatado al Instituto Nacional Electoral (INE), como lo ha hecho hasta ahora pues, aunque en teoría se mantendrá “autónomo”, sufrirá ajustes, como la disminución del número de consejeros electorales de 11 a 9 que, además, serán sujetos a elección popular.

Habrá una fuerte reducción de presupuesto tanto al INE, como a los partidos políticos. Se habla de la posible desaparición de los Institutos Estatales Electorales, para que un órgano centralizado en la capital del país se encargue de la organización nacional.

Lo más grave de este asunto, es que todo esto, es parte de un plan continental, para entronizar gobiernos autoritarios, que limitan las libertades, como ya se ha empezado a ver en México. Convierten a los civiles críticos, en objeto de ataques e incluso sanciones pecuniarias.

Eso han empezado a hacer gobernador@s, diputados federales y locales, alcaldesas y hasta futuros miembros del Poder Judicial a los que se les ha encontrado nexos con el crimen organizado, o forman parte de una élite con acceso a recursos ilimitados que no coinciden con sus ingresos.

Pero eso sí, en estos días Morena y la 4T empezarán otra campaña en redes, para acusar de “traidores a la patria”, a todos aquellos que justifiquen la embestida de EEUU contra grupos terroristas y del narcotráfico, pese a los actos de barbarie, que hemos visto en México:

Cadáveres regados por carreteras y caminos de terracería; asesinatos brutales; minas terrestres; drones con explosivos; camionetas incendiadas a granadazos; ejecuciones brutales a luz del día y en plena vía pública; víctimas colaterales; jóvenes y niños usados como halcones y sicarios.

Eso dejaron los “abrazos no balazos”. Ahora, en su grito “traidores a la patria”, querrán encontrar otro distractor, para no rendir cuentas, ni explicar cómo es que viven, como millonarios, los familiares de Andrés Manuel López Obrador, diseminados por el mundo, con excentricidades.

Pero, para todos hay un Karma. El patriarca va quedando aislado en su rancho, protegido por un equipo especial de militares, y un helicóptero a su servicio, que hacen más escandalosas sus mentiras. Ese es el sujeto que alguna vez soñó con encabezar un movimiento continental.

Es el hombre que pretendió convertirse en jefe de un plan geopolítico, para sumar a Colombia, Brasil, Venezuela, Ecuador, Perú, en una especie de “Bienestar latinoamericano”, al convertir el fenómeno de la migración en un negocio rentable, con masas de gente sin hogar y perseguidos políticos, a las puertas del poderoso.

Decir esto, será peligroso en los próximos días. Seremos considerados como “traidores a la patria”. Pero los líderes de la 4T, incluida Claudia Sheinbaum, ahora sólo piensan en términos electorales. Saben que sus días están contados y harán todo para mantener la Cámara de Diputados y las 17 gubernaturas en juego.