Pbro. JORGE AMANDO VÁZQUEZ RODRÍGUEZ – Una gramática de la vida

UNA GRAMÁTICA DE LA VIDA
Pbro. JORGE AMANDO VÁZQUEZ RODRÍGUEZ

Para comprender la grandeza del ser humano es necesario conocer su lenguaje porque éste es en realidad lo que lo mantiene con vida, a pesar todos los obstáculos a los que se puede enfrentar, o dicho de otra manera: Las palabras pueden curar, pueden vencer a la muerte.
Después de haber asistido a la “fiesta mundial de la muerte”, término referido a las dos guerras mundiales del siglo pasado, todavía no salimos de este bache que nos mantiene postrados quitándonos la poca dignidad que nos queda, una de las tareas primordiales de la democracia en la cual nos hemos enrutado es precisamente la educación.
Tenemos que seguirle encontrando a significado a palabras casi extintas de nuestro lenguaje, y no me refiero al escrito sino a las acciones que cada vez más nos llenan de vergüenza en este baile de la muerte.
Rob Riemen con su obra, La palabra que vence a la muerte, (Barcelona 2025) es la apuesta que nos hace a lo largo de cuatro cuentos de la verdadera grandeza. Es una obra sembrada de propuestas sobre el relato de la vida, haciendo un repaso por los principales autores que a su entender han abonado este camino de vida: Thomas Mann, Janusz Korczak, Antoine de Saint-Exupéry, Robert Oppenhaimer, Hugo von Hofmannsthal, entre otros, cada uno de los cuales analiza su obra literaria que desnuda la dura realidad de la violencia.
Este libro es un reclamo a la falta de poesía de la vida. Y yo entiendo la poesía como darle nombre a nuestros problemas, por lo tanto tiene que ver más con el lenguaje que a componer versitos a los cuales nos acostumbra nuestra incipiente educación escolar.
Así lo entiende Riemen:
“Aquello que engrandece de verdad al lhombre, se obtiene hablando y practicando una gramática de la vida. La libertad y la verdad, la amistad y la lealtad, la sabiduría y la valentía, el amor y la poesía, la justicia y la armonía conforman la gramática fundamental de nuestra existencia. Son cualidades humanas que dan vida, que pueden inspirar; transformar lo transitorio en algo imperecedero”. (Rob RIEMEN, La palabra que vence a la muerte. Cuentos de verdadera grandeza, TAURUS, Barcelona 2025, p.58)
He aquí un verdadero programa para elaborar nuestra “gramática de vida” en esta sociedad que tenemos todos la obligación moral de construir.
LA LIBERTAD Y LA VERDAD
Todo empieza con hablar y practicar. No tenemos que perder el lenguaje. Dialogar con los demás nos enriquece, nos edifica, nos construye. Tenemos que privilegiar lugares de dialogo y escucha, esa función que tenían los museos en tiempo de los griegos, que no eran lugares para guardar cosas viejas sino para fomentar el dialogo entre las personas, por eso esa civilización creo nuestro occidente y que hasta la vez en punto referencial de vida.
Con respecto a la libertad no está de más hacerle frente a los nuevos fascismos que han llegado hasta nuestros días: la violencia y la muerte. Vivir en medio de una sociedad donde se respire libertad tiene que ser nuestro ideal.
Con respecto a la verdad, éste valor es cada vez más escaso, no queremos apostar por la honestidad en el vivir, la verdad tiene que ver con la integralidad del hombre en relación con los demás.
NO HAY TIENDAS DONDE VENDAN AMIGOS
Con respecto a la amistad y la lealtad.
En esto destaca la genialidad de Antoine de Saint-Exupéry un exiliado francés que lucho por sus ideales democráticos, aunque adquirió la ciudadanía estadounidense y publicó su libro en EE.UU, que nunca supo sobre su verdadera influencia para que su país de adopción entrara en la Segunda Guerra mundial, pues se regresó a Francia a luchar, subió a su avión y ya nunca regresó (1944).
La amistad que entiende Saint-Exupéry la expresa en su obra El Principito, en los diálogos con el zorro: “Tú serás para mí único en el mundo, y yo será para ti único en el mundo…-Y agrega el zorro-: Solo se conocen bien las cosas que se domestican. Los hombres ya no tienen tiempo de conocer nada. Lo compran todo hecho en las tiendas. Y, como no hay tiendas donde vendan amigos, los hombres no tienen ya amigos. ¡Si quieres un amigo, domestícame”. (Riemen, p.84)
Ya no tenemos tiempo para cultivar la amistad, sólo compramos cosas.
LA SABIDURÍA Y LA VALENTÍA
Gran parte de este legado gramatical lo encontramos en la lectura que no es otra cosa que el cultivo del espíritu.
Con la carencia de lenguaje no es de extrañar que cada vez seamos más cobardes y entreguemos nuestros ideales a personas sin escrúpulos que sólo ven sus intereses económicos. Así dibujamos una vida vacía e infeliz.
DRAGÓN POLICÉFALO
De la justicia y la armonía. La pauta la tiene que marcar el hombre y no un sistema por muy perfecto que éste sea, tenemos que responsabilizarnos que sólo una visión justa puede “proteger a las personas contra el poder del dragón policéfalo que una y otra vez quiere arrebatarnos nuestra dignidad, verdad y libertad”. (Rieben, p.55)
Tenemos que apostar por una nueva gramática: “conocer la cortesía del corazón y la duda que permite encontrar la verdad. No busca las discrepancias, sino el punto medio entre el mundo y el espíritu, la comunidad y el individuo, la democracia y la aristocracia, la razón y la fe. Este humanismo conoce la tragedia y la muerte, pero también la necesidad de capacitarse para la vida en el aprendizaje de valores que son más fuertes que la muerte”. (Riemen, p.55)