DERECHO LABORAL DERECHO DE DIGNIDAD – SOCORRO COCO VALDEZ GUERRERO

Necesidad económica que ¡arrodilla! Y causa explotación y abuso laboral.
“Pueblo bueno” que soporta la vileza ¡Gubernamental!
Que tolera nepotismo, padrinazgos y beneficios laborales sólo para amigos y cercanos.
A ellos, los del “pueblo bueno”, sin “referente”(persona de poder que respalda y protege), violaciones a derechos y ¡Abusos!
Son y los tratan como ¡Siervos!
Siervos “por la Nación”, sin prestaciones, con jornadas extenuantes, explotación por necesidad.
Siervos que se desmoronan, mientras aquellos, incluso ellas, con referentes, las empoderan para la violencia laboral.
La angustia y el agotamiento en los siervos, los hace ¡Sucumbir!
La mayoría, soporta y guarda silencio.
Son muchos contra los que abusan, son poco los de la protesta.
La dignidad, los levanta, los lleva a la denuncia.
A quejas en Palacio Nacional y él, que los creó ni ¡los escucha!
La necesidad, los ¡Tira!
Están solos y los obligan a inclinarse ante la ¡Vileza!
Por necesidad, sobrellevan el abuso laboral, las agresiones y las cotidianas amenazas de despidos.
Son los “¡Siervos!, los siervos víctimas de la ¡Nación!
Figuras creadas por él, hombres y mujeres, que llevan bienestar al “pueblo bueno” a costa de enfrentar sus propias carencias y los ¡Abuso de poder!
Ese poder que ronda en toda la esfera al servicio del Estado.
Ese que muchos soportan por ¡Necesidad!
Que toleran del ¡Abusador! Incluso de mujer, que también son victimarias del atropello laboral contra el masculino y femenino.
Abusadores, abusadoras ¡Rapaces! Cada vez más amenazantes y violentas.
Mujeres que usan el empoderamiento para ¡Atropello laboral!
Mujeres de poder, con respaldo presidencial.
¡Apadrinadas! Por fuero.
Mujeres de vileza en sus actos.
Estefany Correa García, nombrada en junio pasado delegada federal, y Zaira Ulloa Cabrera, regional en Iztacalco, ambas de la Secretaría del Bienestar para la capital del país, saben cómo aplicar ese abuso.
Conocen de ¡Bienestar! Sólo en programas y de ¡Abuso y explotación laboral!, en acciones cotidianas.
Ambas, atropellan, hasta a su género.
Mujeres que ven a ellas y a ellos, sólo como ¡Siervos! De la Nación.
Al menos a 65 ¡Siervos! Obligan a jornadas laborales de más de 18 horas.
Los otros, los menos, los protegen por ser amigos, cercanos o con referente.
Con “padrinos” de fuero (legisladores o funcionarios) que les advierten: no se les ¡Toca!
Denuncias de explotados y silencio de beneficiados.
Indolencia presidencial y omisión los que se dicen representantes del “pueblo bueno”, y son omisos.
Legisladores federales y locales de todos colores, inertes ante explotación.
Y los guindas, solapadores, sedentarios frente al abuso laboral.
Los que rigen el respeto a los derechos, ¡dormidos!, ¡holgazanes!
Vileza de explotación de trabajadores, con acoso laboral ¡Gubernamental!
Esfera de poder que ¡Amenaza! Y ¡Despide! Al sin protección.
Mientras encubren al amigo, al cercano, al familiar “aviador”, al protegido por el del fuero.
Poder, que acosa y abusa de la necesidad económica del “pueblo bueno”.
De ese que un día le da el voto, y al otro, lo ignoran o lo obligan a rendirse.
A soportar y olvidar ¡Derecho laborales!
Y lo desalientan a denunciar.