La verdad incómoda – RICARDO AGUIRRE CUÉLLAR / LATITUD MEGALÓPOLIS

Estimado amigo; la Verdad Histórica en el caso de los estudiantes de Ayotzinapa se a convertido en la VERDAD INCÓMODA y hasta tóxica para el gobierno de López y es que en su empeño por desvirtuar los trágicos hechos en los que murieron los 43 estudiantes, hay una especie de conjura que premia a los criminales que los mataron, despedazaron y después los incineraron en un basurero del municipio de Cocula; y que con la complacencia de las familias ofendidas de este abominable crimen, a los delincuentes se les trata como víctimas para desviar la culpabilidad hacia el Ejército y mantener el sofisma de que están vivos y retenidos en algún clandestino cuartel, con quien sabe qué propósitos.

La Verdad Histórica del Procurador Murillo Karam no fue una patraña para resolver un caso de interés nacional, ni tampoco fue la ocurrencia de un procurador preocupado por su imagen o la del gobierno de Peña por salir por la puerta falsa de inventar chivos expiatorios. ¡No! la Verdad Histórica fue el resultado de la investigación realizada de los acontecimientos, en tiempo, modo y lugar que llevaron a la desaparición y muerte de los estudiantes.

Es la metodología de investigación de los hechos en el sistema inquisitivo en el cual se materializó el acto punitivo. Recordemos que los hechos se presentaron en septiembre de 2014. Dos años antes de la entrada en vigor del sistema acusatorio penal de corte garantista.

Sin embargo desde que Murillo Karam Procurador General de la República dio a conocer la cronología del crimen como la Verdad Histórica; los medios y todo el círculo rojo de izquierda y de derecha tundió a palos al procurador que incluso en un acto de absoluta inmadurez e irresponsabilidad jurídica y política, admitió que se equivocó al usar el concepto, cuando era absolutamente correcto y válido y en todo caso lo que debió fue argumentar en qué consistía la Verdad Histórica, que ante sus titubeos y sus contradicciones sembraron la duda que los detractores de Peña Nieto encabezados por López Obrador y los suyos, seguidos por los tontos útiles de la corrección política, vieron la oportunidad para desacreditar la investigación y hasta burlarse de las conclusiones y clamar hasta la locura, la desaparición como un crimen de estado.

Acusando al ejército y al gobierno de Peña como los responsables, – como si tal crimen le sirviera de algo- aún cuando gracias a la investigación y a la Verdad Histórica, se detuvieron a más de 130 autores materiales e intelectuales entre los que estaban el matrimonio Abarca que gobernaba Iguala y que fueron de acuerdo a la investigación y todos los datos de prueba quienes estuvieron detrás del crimen junto con el grupo criminal de guerreros unidos. así con minúsculas. No se puede engrandecer a estos grupos criminales.

Y si recular por parte de Murillo Karam fue un tremendo error, peor lo fue que por sugerencia de no se quien se invitó a participar a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA, que en aquella época estaba encabezada por Emilio Álvarez Icaza, personaje perverso que vio la oportunidad para cobrar venganza contra Peña por no proponerlo para la Comisión Nacional de Derechos Humanos; esta ingenuidad de semejante invitación, primero vulneró las capacidades del Estado Mexicano para resolver un crimen de tal naturaleza y luego abrió las puertas para que por sugerencia de Álvarez Icaza, se incorporara a la investigación un grupo de “investigadores” forenses argentinos, con claros intereses con quienes manifestaban que el crimen lo había perpetuado el ejército y que sostenía como mentira la incineración de los cuerpos.

Todo está conspiración hoy en día, da como consecuencia que casi todos los implicados estén en libertad y que testigos claves del terrible crimen, se digan y acusen que sus declaraciones fueron sacadas mediante tortura.

Lo más increíble y absurdo es que los padres de la víctimas sean quienes más promueven semejante estupidez y que sostengan que a los asesinos de sus hijos les vulneraron los derechos humanos y que por lo tanto la Verdad Histórica es una supina mentira inventada por el régimen neoliberal de Peña Nieto.

La antigua Comisión de Derechos Humanos que presidió Luis Raul González Pérez creó una comisión especial para indagar los alcances de la pesquisa de la Procuraduría General de la República, hoy FGR y concluyó con un informe y Recomendación que avala la Verdad Histórica sin lugar a dudas, y digo la antigua, porque la actual Comisión Nacional de Derechos Humanos que dirige la dogmática y abyecta Rosario Piedra Ibarra es una ridícula caricatura de entidad autónoma que protege los derechos humanos y más bien es una oficina al servicio del huésped de Palacio, por lo que a desdeñado el Informe y Recomendación, por no ajustarse a la verdad dogmática que la actual Fiscalía General de la República y su Unidad Especial de Investigación y Litigación para el caso Ayotzinapa favorece.

Y es que el Titular de esta Unidad Omar Gómez Trejo es un “convencido” de que la Verdad Histórica sólo es una patraña; y más cuando esté sujeto formó parte del Grupo Interdisciplinario de expertos Independientes que junto con los forenses argentinos enturbiaron, manosearon y politizaron e ideologizaron el crimen.

Ahora, ¿por qué el empeño en desvirtuar la Verdad Histórica? Bueno porque detrás de esta hay una madeja de corrupción, delincuencia y espurios intereses político-criminales de quienes mangonean a los estudiantes en la Normal Isidro Burgos, mejor conocida como Escuela Normal Rural de Ayotzinapa y cuyos nexos con el narcotráfico y amplios sectores de Morena, es más que evidente y en la que los novatos estudiantes que murieron sólo eran carne de cañón para provocar la inestabilidad y crisis política y de inseguridad que debilitó al gobierno de Peña Nieto. Y que como anillo al dedo le cayó a López. Y que se acentuó por los innumerables errores que ese gobierno cometió.

El más grave fue haber compartido con agentes ideologizados la investigación y no cerrarla cuando ya había más de cien detenidos incluidos los Abarca. Este es el gravísimo error de Peña y sus tecnócratas, que permitió sacar raja política a López Obrador de la tragedia, que lo tiene en la presidencia.

Sin embargo la Verdad Histórica es un lastre que no han podido demoler del todo. No en balde siete años han pasado y tres de los cuales son de este gobierno y teniendo todo el poder no pueden con la Verdad Incómoda. La VERDAD HISTÓRICA.

A pesar de todos los esfuerzos y maquinaciones que practican para echarle tierra y ocultar los verdaderos móviles de este abominable crimen, que ensucia las manos del que vive en Palacio. Porque un hecho si es verdad.

Nunca de los nunca, probarán que están vivos y que fue el Ejército quien los desapareció.

Y es que no se necesita mucho para entender los hilos que mueven los intereses por borrar la verdad y construir otra a la medida de quien un día si y otro también protege a la criminalidad a la que victimiza como efecto del cruel sistema capitalista neoliberal, que convierte a pobres en delincuentes.

Pues de otra manera no se puede entender como es que los torvos asesinos son excarcelados y los investigadores del crimen perseguidos acusados de ser torturadores y de haberse confabulado para ocultar un crimen de Estado ejecutado por la milicia que paradójicamente hoy por hoy, apapacha como contratistas ejecutores de los más fatuos proyectos salidos de las ansias idílicas de quien se dice, habla con los dioses en sus sueños de opio y que pretende de la mano del narco “transformar” nuestra nación.

Destruyendo todo lo que encuentra. En una nueva versión mejorada de Atila.

Hoy a los militares les da un poder nunca alcanzado.

Hoy también les propina una humillante derrota al responsabilizarlos de la desaparición de los 43 y que además deberán regresarlos vivos como esperan los padres y vividores que los acompañan. Porque vivos se los llevaron; vivos los regresan. De ese tamaño el sofisma que provoca la VERDAD INCÓMODA.

Entre paréntesis; el encanto que siente López Obrador por la delincuencia no puede ser producto de su humanidad que él dice profesar; sino más bien de oscuros e inconfesables intereses cimentados en los largos años de campaña.

Y es que no se puede entender su pasividad contra el crimen al que dice mostrar comprensión de un humanista y cuando se trata niños que reclaman medicamentos contra el cáncer o vacunas contra el COVID le salen los demonios de la antítesis del humanismo. El rencor y el odio y acusa a los niños y sus padres de conspirar con las farmacéuticas en contra de el.

Lo mismo sucede con las mujeres que reclaman sus derechos a la vida y a un país sin violencia; así también a los migrantes haitianos que claman por un trato humanitario como expulsados de su miserable país o con los millones de pobres que no pertenecen al exclusivo club de beneficios de sus interesados programas sociales y qué decir de médicos y enfermeras mal pagados o trabajadores federales atosigados con despidos fulminantes si no callan su opresión o las familias de los miles desaparecidos o los ofendidos por los miles de muertos por el crimen y por la pandemia o los científicos a los que quieren refundir en una mazmorra en un penal de alta seguridad. En una palabra.

Los delincuentes y criminales son vulnerables y por lo tanto víctimas y en consecuencia pueden continuar su carrera diabólica. Porque el resto somos los responsables de su conducta.

No hay casualidades; lo que sí hay son causalidades.

No se le piden disculpas al Chapo, no más porque sí. No se deja en libertad al Chapito, tampoco nada más porque sí o no se persigue al Mencho o al Mayo Zambada también no más porque sí.

Ni tampoco se quiere liberar a los Abarca no más porque sí. Todo tiene una causa y un efecto. Échale imaginación querido amigo. Hay muchos cabos sueltos pero todos se pueden atar. Es cuestión de hacerlo. No lo crees?

PD. Dice el huésped de Palacio Nacional que la delincuencia está escasa de “mano de obra” y eso se debe a sus programas sociales y por eso los jóvenes ya no los puede reclutar la delincuencia.

Semejante mentira la dice, cuando las bandas delictivas ocupan más del 35 % de territorio nacional y cuando demuestran diariamente su “poder” y siembran el terror en la población de muchos estados, municipios y comunidades de la República. Así son sus mentiras y maquinaciones. No lo crees mi estimado amigo.

Más de ciento cinco mil muertos por el crimen y contando. Solo en lo que va de este gobierno.

Y así nos quiere vender la paz. La paz de los sepulcros.