Tercera Vía – Me dejo de llamar Abelina – Ernesto Rivera Rodriguez.

En gira de agradecimiento después de haber resultado electa como alcaldesa de Acapulco, Abelina López Rodríguez, delante de la también recién electa gobernadora del estado, Evelyn Cesia Salgado Pineda, ante una cancha múltiple, -la Crom- llena de seguidores, expresó que “Me dejo de llamar Abelina si en cien días No entrego Cien acciones”, y remató que: vamos a resolver las descargas donde los niños se bañan en el excremento (sic.), a resolver el problema del agua, de la recolección de la basura, con un inicial conflicto con la prensa y su frase “ahí esta la Nota”.

Ahora como se va a llamar?.  Si no cumplió.
Su triunfalismo emanaba por todos sus poros, era su logro mayor de 35 años de trabajo político. (sic). Lo repitió 35 años
!!! de dónde, es decir desde 1997, desde el primer año de gobierno de Francisco Ruíz Massieu. No cabe duda. Dónde estaba ese año. Desmoronaba los principios de la 4T…no mentir..la muestra esta en los resultados inflados de la derrama económica en las vacaciones decembrinas y en los supuestos gastos de los turistas del primer crucero de la temporada, que su Secretario de Turismo, alardeo en 10 mil dólares por turista. Cuentas alegres coincidieron expertos.

Estaba encarrerada y dijo, que aplicaría irrestrictamente la política del presidente de la república, la austeridad, honestidad y combate a la corrupción, palabras que  hoy son huecas, y resumen todo lo contrario y que ha mostrado una total competencia en el ejercicio de la función administrativa. No hsy quién toque el ambulantaje ya que son sus protegidos..son votos de la 4t. 

Con una firme pasión por el manejo oscuro de las finanzas publicas al retar al cuerpo edilicio a que si continuaban con su solicitud de que transparentara el ejercicio de préstamos superiores a los 700 millones de pesos, haría públicos los privilegios que les ha autorizado.
El cuerpo edilicio guardó sepulcral silencio y con edo ella inauguró la politica de la “extorsión política”. 

Tuvo razón al expresar que en Palacio Nacional saben quien es Abelina. Y tuvo razón, sino lo sabían ya lo saben, es una “gandalla”. Usa el poder para sus caprichos con una Administracion que en todas las áreas se vive el tortuguismo y el tufo de la corrupción. Ahora también saben cómo se llama, cómo la bautizó su pueblo sabio y amoroso: “Mamalina”.