“PERVERSO” – SOCORRO COCO VALDEZ GUERRERO

Me gustaría escribir un dicho corriente, vulgar, muy masculino y ¡A la mexicana! Me ayudaría a resumir qué pienso de mentes obtusas que ven la ficción y no lo real.

Por ser mujer, sé lo que provocaría, aunque hay quien merece lo soez para calificar sin más vuelta.

Argumentos para criticar, ¡sobran!, no quiero repetir lo dicho.

Por eso, me encantaría escupir ese dicho vulgar y me ahorraría texto.
Sólo confío que el columnista estadounidense no voltee a la literatura habría ¡Censura!

Quema de libros, al no reparar en lo que dice Jorge Luis Borges, “un escritor, quiere ver cómo están hechos los textos”.
Escribir, modifica el modo de leer, y si Charles Blow, no lo cree así, ¡adiós! A las obras del Márques de Sade, y ¡Vaya! Que tiene 112.
Textos que con la mente sesgada de Blow, justificaría prohibir todos, porque promueven la cultura del sadismo, lo aberrante y perverso.
Y no digamos de Friedrich Nietzsche, se volcaría a gritarle ¡Misógino!

Y si lee su carta a Lou, de acuerdo con su criterio es promotor del ¡Machismo!

Aunque algunas voces justificaran: ¡Pocos leen!, y son lecturas de adultos.
Lo que no ve, es que los adultos, no son caricatura, los hay machos, los hay que violan, que acosan y que cometen aberraciones, y muchos, están impunes, libres y sin ¡Censura!
Ahora, en lo cotidiano. Uf, habría vituperio, cuando se aplica la visión corta y sesgada para ver mal todo.

El certamen de belleza, que precisamente nació en Estados Unidos, no la pasaría nada bien.

Las películas tampoco y menos las estadounidenses, promueven la cultura de la supremacía sobre otras razas.

Además, siempre ¡Salvadores del mundo!

En la pintura ni se diga y para no ir más lejos, su ex mandatario que empujaba desde su gobierno al racismo, la misoginia y hasta la violencia, nunca vi lo ¡Cancelaran!

Y en lo cotidiano ya veo al columnista contra los cuadros de honor en los colegios, las becas.

Y burdamente, hasta ¡Censura! Para la ceremonia de la ¡Reyna de la primavera!

En los deportes, ni se diga. Algunos, ¡clasistas! Y Todo ¡Censurado!

Una mente tal vez frustrada ve racismo, violencia, abuso sexual y violación en todos lados, menos en quien los comete, esos sus son de carne y hueso, no dibujo animado.

En aquellos, que no son ficción, que no son caricatura ni producto de la imaginación, sino ¡Reales!

Por eso no encuentro cómo llamar o calificar en forma educada a quien se espanta de …Un dibujo animado y se cuelga de…La censura a modo.

Es decir, es un escritor estadounidense que se espanta de…Un zorrillo y
se cuelga…De no ver a la Border Patrol y al mismo Ku Klux Klan, el movimiento más violento y racista de su país.

Igual allá con el vecino país, que aquí, donde los hay hasta sacerdotes que abusan de niños.
Y no se olvide a las sectas, muchas de origen estadounidense, que tampoco son dibujo animado, sino reales y empujan la cultura de la violencia y el abuso sexual.

¿O será que el columnista estadounidense trae algo de Sade?

Una característica del francés, es su solipsismo, es decir, suponía que lo que estaba a su alrededor para él de verdad existía.

La realidad, es difícil saber qué llevo al columnista a tan burda conjetura de los dibujos animados.

Con criterio sesgado, la literatura no escaparía a lo que asegura y menos en cada acción cotidiana.

Lo importante, no es prohibir, desde las letras, es ¡denunciar! Y con las leyes, ¡castigar! A quien cometa delitos, tenga o no la influencia de algo o de alguien.

Empujar sólo a la crítica burda y simplista, es no ver que hay un zorrillo acosador y enamorado, sólo en dibujos.

Como también su contra parte hembra, que protagoniza lo que se critica.

Lo cruel y real, que son muchos zorrillos humanis, no de ficción ni caricatura, sino ¡Reales! Que violan y acosan.

Y es contra ellos o ellas, que debiéramos volcar las críticas, exigir cárcel y no simplemente atacar una caricatura.

Para mi él, igual que aquel, ya en territorio mexicano, se espanta de…Las manifestaciones femeninas y se cuelga de…Solapar, tolerar y hasta ungir para inmacular a señalados de abuso y violación.

Censurar los dibujos animados, no contribuye a reducir ni frenar ni evitar o castigar los ¡Delitos!

Actuar así, no dudaría que salieran inquisidores, que vendrían hasta por leer las obras de Sade y Nietzsche.

Ambos, que a mi parecer, más allá de la filosofía que promueven, usa. majestuosamente las letras, aún en lo perverso de sus textos.

Así, que sólo agregaría, algo de Sade: “La gloria seduce la imaginación, más no procura la menor voluptuosidad a los sentidos”.