EL HIDALGO QUE NOS PRESENTA EL ESCRITOR EUGENIO AGUIRRE – LATITUD MEGALÓPOLIS – ARTURO RÍOS RUIZ

Todos los mexicanos conocemos a Miguel Hidalgo como el padre de la patria. Tenía carácter alegre, amor por las mujeres, los toros, el vino, el teatro y la literatura francesa.
Miguel Hidalgo no era un sacerdote ortodoxo, tenía amantes y cinco hijos, pero también permitió que se cometieran, él mismo ejecutó crímenes atroces. Se enemistó con sus aliados y olvidó que la causa Independiente de México.

Para reflejar su “lado oscuro” el escritor, novelista, cuentista y ensayista Eugenio Aguirre dedicó años de investigación para realizar una biografía de este personaje.
Aguirre explicó que su obra no sólo busca hablar “de ese hombre del que cuenta la historia, la historia oficial”, sino también de “los desmanes que cometía.

Sus titubeos en las batallas, su falta de pericia militar”. “Era un hombre de mucha luz, muy divertido, amante del teatro, culto, sensible a los problemas sociales, brillante, pero un ser humano con conflictos, internos, depresiones y caídas”.

Hidalgo era un hombre acaudalado que, se vio afectado por las ambiciones de la Corona española que, con “impuestos”, les quitaba sus riquezas.
Así, gracias a su carácter lúdico y extrovertido, Miguel Hidalgo encabezó la primera parte del movimiento independentista y tras una serie de derrotas, fue capturado y fusilado en Chihuahua en 1811.
En opinión de Eugenio Aguirre, el título de Padre de la patria le corresponde a José María Morelos, otro sacerdote y aprendiz de Hidalgo que en el ámbito militar terminó superando al maestro.