Tercera Vía  – Hay muertes que duelen – Ernesto Rivera Rodríguez

La pregunta que se escuchó sobre el fallecimiento de Don Luis Walton Aburto, es sobre la fría y lacónica atención que desde el gobierno del estado se dio a la muerte del político, empresario y filántropo acapulqueño, mostrando en ello una profunda separación en vida, con quien Félix Salgado Macedonio nunca pudo contender políticamente de tú a tú, quedándose en la coyuntura política, jamás superada. La distancia entre ambos siempre fue inconmensurable en todos los sentidos y haberes de la vida. 

Luis Walton fue y seguirá siendo, porqué hay ausencias que pesan más en la muerte que en la vida, hoy con su ausencia se ha  desequilibrado el delicado contrapeso moral y político que ejercia Walton al gobierno de Evelyn-Felix.

A traves de más de treinta años de liderazgo de Luis Walton desde antes de Convergencia y posteriormente Movimiento Ciudadano, así cómo los miles de liderazgos que trabajaron y trabajan  como gestores por los cuatro puntos cardinales del estado, 
con las tareas encomendadas con los las responsabilidades que les ha encomendado Marcelo y el equipo de Walton, hoy con su hijo Lloyd Walton Alvarez a la cabeza, tienen y cuentan con la  estatura, desarrollo y crecimiento político para continuar y sacar adelante la realidad que él construyó.

El desaparecido político mexiquense Hank González acuñó la frase “político pobre, pobre político” que se da “cómo anillo al dedo” en el caso de Abelina López Rodríguez cuya pobreza es política, intelectual y empática, quién además por el deceso del político, empresario y filantropo Luis Walton Aburto, de ninguna manera queda en la orfandad política, como se viene escuchando, sino al contrario por la firme razón qué la acercó al Canciller Marcelo Ebrard Casaubon, por su condición de inalienable con la cupula del poder local en Guerrero, fortaleciendo la figura adversaria   de la “corcholata” Ebrard en Guerrero ante el grupo pro Claudia Sheinbaum-Salgado, y lo abismalmente lejos del poder estatal, con el cuál tiene acercamientos políticos esporádicos, y lejanía permanente, pero  con la ausencia de Walton, arropada por todo el equipo continuatrá cumpliendo con las tareas que Marcelo le tiene asignadas.

 Sin duda alguna Luis Walton Aburto  cabalga de nuevo, la “Marca” toma la estafeta con Lloyd Walton Álvarez, su hijo, lo que significa la continuidad generacional de un impresionante legado social, político y filantrópico, que asume su papel de liderazgo en un momento sin duda coyuntural, ante el demandante trabajo  político electoral de la sucesión del 2024, y trabajar por lograr evitar sea cual sea el resultado de la encuesta nacional de Morena, una mayor división política y social del estado, en tiempos en que los barruntos de la violencia siguen dominado la cotidianidad guerrerense, y que sin duda se logrará  contra viento y marea y llevará junto con los innumerables liderazgos y la sociedad a buen puerto.
Al tiempo.