Tercera Vía – Las banalidades de la política en Guerrero – Ernesto Rivera Rodríguez

Del Principe de Maquiavelo a los caracoles de Igor Petit, y los tres doritos, o el humor de Jorge Campos enseñando el duelo entre el hombre y la adversidad de la naturaleza, con un bolillo de relleno de cuche en la mano, hay un gran lapso con  el quehacer político hoy convertido en una secuencia y conducta de banalidades, dónde la insensatez es lo único que prevalece en la política guerrerense. Dónde la justicia y la seguridad siguen extraviadas.

El mensaje dado por el excanciller Marcelo Ebrad a la gobernadora Evelyn Cesia Salgado Pineda, no tiene parangón en la comunicación política nacional. El asesinato premeditado -mandado hacer dicen- del Ingeniero José Guadalupe Fuentes, su hijo y una tercera persona más, no pasaría de una cruz más en las estadísticas cotidianas qué ya suman más de 160 mil en lo que va del sexenio. La exigencia del excanciller sonó fuerte y claro. Un mensaje de lo qué será sin duda la voz de mando de su gobierno, sí lo logra.

 
Los hechos de este miércoles en Pie de la Cuesta, y el incendio de camiones de transporte de consumibles, fue retwiteados más de seis millones de veces, evento que buscaron callar con un escueto y trivial  boletín de prensa. Un virtual estado de sitio, temor, miedo y angustia de decenas de miles de habitantes de la zona poniente de Acapulco, colapsada por la imparable, intocada y protegida delincuencia organizada, en tanto las banalidades acordadas por y en la Mesa para la Construcción de La Paz, con su caja de resonancia, son vanamente un CERO a la izquierda.

Fueron tan triviales las reuniones con suouestos miembros de la DO de la alcaldesa de Chilpancingo, Norma Otilia, qué han sido consideradas en su carácter político y de seguridad cómo insustanciales. La imagen en el espejo del saludo del presidente López Obrador con la progenitora de “El Chapo”…espejito, espejito. El No pasa nada.

Envueltos en la pandemia de la corcholatitis, con una verdadera y seria ausencia de la realidad, cuyo embate mediático tiene a la sociedad convertida en la ausente de las propuestas, en un ente cautivo por tan triviales que parecen sacadas de las peores radionovelas de la “W”, con el consiguiente, “no se pierda el siguiente capítulo”, siempre más trivial que el anterior. Eso también son las mañaneras, la trivialidad en toda su extensión. 

Qué le dijeron los caracoles a Ricardo Monreal Ávila. Estarían cargados? Por qué se prestó a esa banalidad. Siempre ha sido así desde sus años de priista, allá en Querétaro, detrás del entonces candidato a gobernador Enrique Burgos García, años ha.