SELECCIÓN POR GÉNERO: DEDOCRACIAS – SOCORRO, COCO, VALDEZ GUERRERO

A dónde vamos a parar, cuando el trabajo político e ideológico, es sesgado.
Cuando las decisiones de competencia, hoy pre y pos electoral, son por ¡Género!, nunca por capacidad ni buena trayectoria.
Eso ¡No! Es ¡Equidad! Equidad es competir y demostrar ¡Capacidad! Y ¡Preparación! Para un cargo o función en cualquier terreno.
Es el ¡Mejor! Para servir no para ¡Imponer! Y ¡Sobreponer!
Que lamentable una competencia por cargos, limitada a inclinaciones de género, simpatías físicas o estéticas.
Que criterio y pobreza de institución electoral, manejo de leyes y derechos, con visión por ¡Hombre o mujer!
Aspirantes de mercadotecnia para embellecer una vitrina o hacer sentir un ¡Mando!, un poder.
Vil selección y evaluación histopatológica, que revela la enfermedad de la muestra: ¡Ambición! ¡banalidad! Y ¡Poder!
Sin genes y menos capacidad y honestidad en el actuar.
Que reducido a lo trivial, por encima del trabajo y el servicio de carrera política y gubernamental para beneficio ciudadano.
Que triste, sólo una selección de rostros, imposición o mejor ¡Acarreo político!
Que preferencia de figuras políticas, como especies para la mejor reproducción genética y de razas políticas.
¡Pobre ciudad! ¡Pobre país! Que olvida al ciudadano al que debe servir.
Organizaciones políticas, que optan por el aparador, la marca y la mercancía mejor visibles.
Sin perfil ni análisis de qué conviene para una ciudad y exitosa ¡Gobernanza!
Nunca se decide por ser guapo o simpático, nunca por ser sólo ¡Mujer!
¡Jamás! Por ungido de la mano del poder.
Una democracia, avanza por respetar la opinión ciudadana, cuando la decisión se basa, en los mejores resultados para beneficio de ¡Todos!
No en un 40/26 por ciento. No en un ¡Porcentaje! No toca ¡Mujer! Jamás, cerrado a ¡Paridad!
Nunca simpatía ¡Banal! Y jamás la ¡Imposición! Para el triunfo.
Tampoco la “imposición de manos”, como ordenanza por el ¡Señor!
Alevoso ¡Mandato! Sin resultados sociales.
Encuesta de sondeo, que hoy sobrepone simpatías a conveniencia de grupúsculos, sin razón ideológica ni visión social.
Se trunca el respeto a la decisión del simpatizante.
Se simula la democracia y se sobrepone la coacción.
Carencia de visión política.
Selección por género, que demuestra simple dictadura.
Una mujer, sobresale por preparación y capacidad, nunca por ser mujer.
Simpatizantes, títeres y comodines al mejor postor.
Grave retroceso político, abismo democrático, derechos ninguneados.
Decisión de mano ¡Impositiva! De poder y vileza de ¡Dedocracias!