Comentario a las lecturas de la Misa del domingo 14 de enero de 2024 I. APRENDER A ESCUCHAR LA VOZ DE DIOS Cuando el hombre es llamado por Dios a la existencia, es cuando es creado. La vocación (llamado) universal, la vocación en un campo más amplio, es a la santidad. La vocación específica es a un estado de vida concreto: Matrimonio, vida consagrada, soltería; cada uno de estos estados de vida son en orden al servicio social y así conseguir la santidad de vida. Samuel escuchó la voz de Dios con la ayuda de Elí (Primera Lectura). Andrés y Simón descubrieron su lugar en el mundo y en la Iglesia cuando Juan Bautista les mostró a Cristo y les pidió que lo siguieran a Él (Evangelio). Quien responde a la vocación divina colabora en la transformación del mundo y de la iglesia conforme a la voluntad de Dios. La castidad, es una vocación universal para llegar a la santidad, siendo cada uno templo del Espíritu Santo, en todas las vocaciones se ha de vivir, para dar un mejor servicio a Dios, a la Iglesia y a la sociedad. Todas las vocaciones, estados de vida o personas tenemos la misión de señalar a los demás quién es Cristo para que se acerquen a Él y lo sigan, mostrarlo como cordero de Dios, como salvador que paga por nuestros pecados y nosotros hemos de seguirle y quedarnos con Él toda nuestra existencia, como lo hicieron Andrés y Simón. Ser intermediarios de la vocación, como Elí y como El Bautista, para que haya más personas que se acerquen a Cristo y luego lo den a conocer a sus hermanos, en su trabajo, en su familia, en su lugar en la sociedad. Evitar ser autoreferencialistas, narcisistas, megalómanos que limitan la evangelización solo a sus carismas personales. En todos lados y en todos los servicios -parroquiales y diocesanos- nuestra misión pastoral es mostrar al Cordero de Dios, no que la gente se nos quede viendo a nosotros, sino que mire y siga a Cristo. Así lo hizo Elí, quien fue muy sincero al enseñar a Samuel que no era él quien lo llamaba sino que le ayudó a ese joven a descubrir la voluntad de Dios o la misión que le tenía preparada; así lo hizo El Bautista enseñando a Andrés y Simón a encontrar al verdadero Mesías, no guio a Simón y a Andrés a seguir falsos dioses. II. LA VIDA TIENE UN “PARA QUÉ”, UN SENTIDO, UNA DIRECCIÓN Cristo pregunta a Andrés y Simón: ¿qué buscan? Con nuestra vocación damos sentido a nuestra vida, a nuestra existencia, por ejemplo, para algunos la finalidad de su existencia es solo conseguir y tener dinero. Para otros su vida tiene sentido solo si viven del placer por el placer. Cuando está desviado el sentido correcto de la vida, la persona termina vacía, frustrada, fracasada. La misión sacerdotal es enseñar el sentido de la vida desde Cristo, ser puentes para que cada feligrés se encuentre con Cristo. Estar con Cristo, quedarse con Cristo, perseverar en estar con Él y seguirle y servirle con toda nuestra existencia. Ayudar a las personas a encontrar su lugar dentro del mundo, de la iglesia y la sociedad. Ayudar en sinodalidad, porque Cristo actúa en y a través de la comunidad. Si nos quedamos con Cristo somos puentes eficientes para hacer llegar el amor de Dios a la humanidad. Evitamos la soledad cuando con Cristo toda la vida (desde las 4 p.m. dice el evangelio). Evitemos buscar el poder por el poder, porque el que tiene el supremo poder es Cristo y nosotros solo somos sus siervos. III. EVANGELIO PARA LA VIDA EN SOCIEDAD Hoy, en parte somos más “entropológicos” que antropológicos, porque destruimos al hombre en cuanto hombre, por ejemplo, trabajar 24 x 7, trabajar noches completas seguidas… si no es totalmente necesario no es humano, no se construye, sino se destruye la dignidad humana. Necesitamos buenos líderes, intermediarios en la sociedad, para que se consiga un crecimiento integral, primero en lo moral y después en lo económico. Necesitamos faros que nos guíen o muestren que la vida tiene sentido solo si se viven los valores humanos, solo si se cuida y protege la dignidad humana, solo si valoramos más lo que somos que lo que tenemos. La política es un servicio muy elevado, es para hacer el bien a la gente, no para servirse de la gente. para servir correctamente necesitamos descubrir la voz de Dios, el designio de Dios, por ejemplo, si el profeta Samuel ungió como reyes a Saúl y David fue porque descubrió que esa era la voluntad de Dios. Hacer lo que Dios quera, no lo que nada más nosotros queramos. Ahí está la diferencia y el secreto del éxito para la vida eterna después de presentarnos ante el Divino Juez. AVISOS 15 de enero: 156 Aniversario de Fundación del Seminario. 17 de enero: Bendición de mascotas el 17, día de San Antonio Abad. 21 de enero: Domingo de la Palabra de Dios.
Por Víctor Hugo Robles MujicaEn #Acapulco, la política parece caminar con chaleco antibalas y rodeada…
Hoy 26 de septiembre del 2025 se cumplen 11 años desde que se llevaron nuestros…
Por Esteban Durán e Isabel Martínez/ CEPROVYSA.COMCiudad de México, Septiembre 26-2025.- La marcha no fue…
¡VIVOS SE LOS LLEVARON, VIVOS LOS QUEREMOS! NOMBRES DE LOS 43 ESTUDIANTES DE LA NORMAL…
Por Salvador Alejandro/ CEPROVYSA.COMChilpancingo, Guerrero., Septiembre 26-2025.- El Colectivo “Por la Verdad y la Justicia…
Esta web usa cookies.