CON QUIEN QUEDE VAN A HACER NUEVOS ARREGLOS, DICE PADRE FILI SOBRE GRUPOS DELINCUENCIALES

Por Abel Miranda Ayala (texto y foto)

El sacerdote católico Filiberto Velázquez Florencio consideró que la tregua entre grupos delincuenciales que se pactó en el mes de febrero no se romperá con el arribo de las nuevas autoridades, porque estos grupos tendrán que ajustar los acuerdos con quien gobierne sin importar de qué partido provenga.
Indicó que como iglesia tienen dos años trabajando en los diálogos por la paz y se logró que muchos candidatos pudieran adherirse a este acuerdo de promover la paz y disminuir la violencia, también se han incluido alcaldes electos que con ello asumen el compromiso de que en sus gobiernos incluirán acciones para la reconstrucción del tejido social, de seguridad, de gobernanza y otros temas incluidos en la agenda por la paz.
Señaló que en el caso de Chilpancingo el alcalde electo Alejandro Arcos firmó el acuerdo por la paz y se espera que cumpla con este compromiso de impulsar la paz.
Sobre los cambios que vendrán a raíz del cambio de partido expresó: “No lo veo tan desolador al final los líderes de estos grupos van a buscar lo que mejor les convenga, con quien quede van a hacer nuevos arreglos”.
Indicó que no considera que se vuelva a generar una situación álgida de violencia como la que se tuvo antes de febrero “en Chilpancingo estamos trabajando para ello y tenemos la esperanza de que todo estará como ahorita”.
Recalcó que como lo ha dicho en el pasado “no es el partido, es el poder y los negocios que estos grupos tienen a su disposición en los municipios de manera legal”.
En Chilpancingo a principios del año se tuvo una crisis de seguridad que afectó principalmente al transporte, además de ataques a otros negocios de la ciudad, todo se calmó cuando a través de la intervención de la Iglesia los líderes de dos grupos delincuenciales dialogaron y se logró un acuerdo de paz en el que cada quien se mantendría con lo que actualmente tiene y de esta manera no habría más muertos.
El acuerdo de paz entre estos grupos se anunció el 14 de febrero y desde ese día disminuyó sustancialmente la cantidad de personas fallecidas en Chilpancingo y otros municipios de la zona centro.