El devenir del Museo del Castillo de Chapultepec – ARTURO RÍOS RUIZ GOTAS/ LATITUD MEGALÓPOLIS

Castillo de Chapultepec: En la época del virreinato se levantó la casa del antiguo palacio mexica y el adoratorio en el cerro convertido en ermita dedicada a San Francisco Javier, el edificio se modificó y se destinó a una fábrica de pólvora que se incendió y voló en 1784, quedó destruido.

La construcción fue rehecha durante el gobierno del Virrey Alburquerque y fue el Virrey Bernardo Gálvez quien reconstruyó del castillo para recreo de los Virreyes.

En la intervención Norteamericana, en 1847, el Castillo alojaba al Colegio Militar y sus cadetes llevaron a cabo una heroica defensa contra las tropas invasoras.

Posteriormente, con la intervención francesa y la imposición de Maximiliano de Habsburgo como emperador el castillo fue utilizado como residencia imperial.

Maximiliano ordenó que se embelleciera, tanto en el castillo como del bosque y durante el gobierno de Porfirio Díaz, fue reedificado con su actual fisonomía.

Como residencia de los presidentes de la República, pueden mencionarse a Francisco I. Madero, Venustiano Carranza, Pascual Ortiz Rubio y Abelardo Rodríguez, algunos de los cuales ordenaron hacerle ciertas modificaciones. En 1940, Lázaro Cárdenas, lo convirtió en Museo Nacional de Historia en septiembre de 1944, bajo el mandato del general Manuel Ávila Camacho.

Se formó con objetos del antiguo museo de Arqueología, historia y Etnografía, así como con otros provenientes del museo de Artillería, del Convento de San Francisco, del antiguo ayuntamiento de compras y con diversas donaciones.

De entonces a la fecha tanto su acervo como la forma de representar el material han sufrido varias transformaciones y sus colecciones han aumentado, por lo que el lugar se ha restaurado para hacer una mejor presentación de su contenido.

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