Tercera Vía -Evelyn entre el cielo y el infierno – Ernesto Rivera Rodriguez.

Parafraseando las palabras del Secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, “Acapulco está de pie tras unas largas horas de incertidumbre”, para dar paso a la edición 46 del Tianguis Turístico que llega envuelto en un alo de las más grandes expectativas de los últimos años producto de lo que sin duda podemos llamar “la renovación turística de la nueva realidad”. Los números de asistencia, de países y compradores como de suites de negocios han encendido esas expectativas, pero lo más importante ha sido y es el encuentro con una nueva cultura turística, renovada, social, global y sobre todo de una gran apertura de sus propios conceptos.

Cómo lidiar con la inmadurez, con la insensatez, con la frustración y el enojo,
¡qué se peleó con el novio!, y el berrinche de Yoselyne va a quedar reservado como el secreto del Complot Mongol, en esas callejuelas del poblado de San Agustín, casi una favela, con un costo político tan alto que puso en jaque a la mismísima investidura de la gobernadora Evelyn Cesia Salgado Pineda, y de inhojos a la “Magdalena” que Guerrero tiene como fiscal, la Maestra Sandra Luz Valdovinos. Por lo que la gobernadora tiene la obligación de dar un golpe de timón en la integración actual de su gabinete, que no funciona, que la confrontan y enfrentan provocando con ello desgaste institucional.

El Tianguis Turístico hoy en Acapulco enfatiza su origen histórico en su posicionamiento ante y frente al país, como lo enfatizó la gobernadora para que deje de ser solo un sector y se universalice a toda la sociedad guerrerense, se integre social, cultural y económicamente y desde los nuevos polos de desarrollo turístico como lo serán la Riviera San Marcos, y la Barra de Coyuca, fungen como detonante para diversificar la vida económica.

Sobre esto es imperativo como también se ha mencionado el empoderamiento de la vida institucional de forma y manera categórica sin el “retruecano perverso” que significa la figura parental que si bien es hasta hoy el más cercano y determinante apoyo es sin lugar a dudas hoy una piedra en su zapatilla y responsable de la inacción en muchos sentidos del quehacer gubernamental que afectan ya públicamente su propio status ejecutivo, más cuando la han convertido en un apaga fuegos ante la incompetencia fehaciente del gabinete gubernamental, con el subsecuente desgaste y los riesgos inherentes a su gobernanza.

Pareciera que esta dicotomía fuera un camino de dos vías, en la cual se encuentra atrapada y arrastra en el caso Yoseline el interes de sus padres quienes solicitaron a la fiscalía “No dar más detalles por respecto a la integridad de su hija”. ¡Vaya descaro! Y la integridad de la gobernadora! La de la fiscal y su acción de hinojos en muestra de total empatía. No! la sociedad exige conocer que sucedió, que pasó minuto a minuto en las cerca de 46 horas que duró su desaparición hasta el aparecer por obra y gracia del Espíritu Santo acaso.

El Tianguis casi pasó a segundo plano, a no ser porque en realidad fue un evento por todos esperado, era y fue la mayor “catarsis social” que desprendió los últimos rescoldos de dos años de reclusión pandémico y trajo renovados bríos a una industria que representa para Guerrero su principal fuente de ingresos y que sin duda alguna con el orgullo y la responsabilidad brotandole por todo su ser la gobernadora Evelyn Cesia Salgado habrá entregado una edición que será sin duda el arquetipo a conseguir en sus futuras ediciones.