El caso del lirio – ROBERTO CONTRERAS – LATITUD MEGALÓPOLIS

El lirio acuático es una planta que crece, flota y se desarrolla sobre aguas tranquilas. Procedía de Sudamérica, en apariencia embellecia esos estanques y así llegó a diversos lagos del país a inicios de los años 30.

Es la única especie del género Eichhornia totalmente flotante y se desarrolla de manera muy rápida a tal grado que se le conoce como una plaga en los lugares donde ha sido introducida y a la que la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, la incluyó en la lista de las 100 especies exóticas invasoras más dañinas del mundo.

Uno de los lugares donde más problemas está causando es en el Lago de Pátzcuaro, sobre todo en la zona de los Muelles General, San Pedrito, Las Garzas y en la isla de Uranden. Para los lancheros es complicado, pues el lirio se enreda en las hélices y puede dañar los propulsores y dificultar la navegación.

La raíz del lirio es de 30 a 35 centímetros, la comunidad se organiza e intenta por temporadas retirarlo, no era dificil hacerlo en época de lluvias, ya que al subir el nivel del lago la raiz flotaba y su extracción era más fácil, pero no han sido suficientes este año, y al no elevarse los niveles del agua, la raíz sigue enraizada entre el lodo lo que dificulta su extracción.

Existe una máquina dragadora, pero descompuesta y sin recursos del Ayuntamiento para repararla, según recientes reportes de prensa. El lirio absorve mucha agua, es capaz de duplicar su población en un lapso de cinco a 15 días sobre todo en aguas contaminadas, además causa problemas de oxigenación en el agua, exceso de materia orgánica e impide el paso de la luz solar, lo que afecta a la fauna acuática.

Hay lugares que utilizan herbicidas para el control del lirio como el glisofato, pero sus resultados dependen de las condiciones y comportamiento ambiental y no soluciona el problema.

Una buena parte del exceso de lirio en el lago tiene que ver por los fertilizantes que se utilizan para las huertas de aguacate y frutos rojos que se arrastran desde las partes altas.

No todo está mal con el tema del lirio, sus hojas tienen una gran cantidad de nutrientes, lo que al cumplir su ciclo, contribuye a hacer mas eutrófica el agua del lago. Al lirio se le están encontrando varios usos benéficos tanto caseros como industriales, por ejemplo, se ha usado como medicina para la fiebre, el dolor de cabeza y las diarreas, la diabetes, contusiones.

En la comunidad de Huecorio una empresa hace papel a partir del lirio, también se utiliza para hacer fibras textiles y fertilizantes. A nivel industrial se emplea para filtrar aguas contaminadas debido a su gran capacidad de retener en sus tejidos varios metales pesados como manganeso, aluminio, cobre y concentraciones de otros elementos.

La ciencia comienza a interesarse en el lirio, ya se han hecho pruebas para fabricar biocombustibles como bioetanol y biogas. También desarrollaron una patente para usarlo en la creación de prebióticos, moléculas que favorecen el crecimiento de las bacterias que ayudan a procesar los nutrientes de los alimentos.

Entonces, el panorama puede no ser tan malo si somos capaces de aprovechar el lirio del lago. Hay un abanico de posibilidades. Si está contaminado con metales pesados no se puede destinar a la nutrición o fertilizantes, por eso se requiere estudiar y trabajar para aprovecharlo en zonas muy específicas.

El lirio acuático nos enseña la versatilidad de usos de esta planta, ahora depende qué tan dispuestos estamos en apostarle a la ciencia y al trabajo de habitantes y autoridades para encontrar soluciones.