Domingo de laetare

Domingo de laetare
(regocijo),

Catecismo de la Iglesia Católica (CEC) 280, 529, 748, 1165, 2466, 2715: Cristo,
luz de las naciones.
CEC 439, 496, 559, 2616: Jesús es el Hijo de David.
CEC 1216: el Bautismo es iluminación.
CEC 782, 1243, 2105: los cristianos están llamados a ser la luz del mundo.

COMENTARIOS DE ALGUNOS SACERDOTES Y DEL OBISPO EMÉRITO
SALVADOR RANGEL A LAS LECTURAS DE LA MISA

Realidad.
Este domingo tienen un tono particularmente gozoso.
En este cuarto domingo de Cuaresma, llamado tradicionalmente domingo de laetare
(regocijo), se usa en la liturgia el color rosa, para recordar la alegría por la cercanía
de la Pascua de resurrección.
Hay mucha ceguera en nosotros, por lo tanto, en las familias, en los gobiernos, en
la misma iglesia, por ejemplo, en Alemania con los disidentes del Sínodo, los cuales
quieren crear una nueva y distinta moral, porque quieren falsear el evangelio, no
debemos traicionar la verdad del evangelio. Aunque por otro lado, está bien que
abran un camino los alemanes, camino duro, espinoso, como lo empezó Lutero para
lograr que hubiera después cercanía con la Palabra de Dios; y todavía más antes,
en tiempos de los Apóstoles, algunos querían que se continuara con la circuncisión.
El punto de llegada deseado es que se discutan los temas doctrinales que se discutan, al final se obedezca la decisión del Papa (sucesor de Pedro), como se
hizo en el Concilio de Jerusalén en los inicios del cristianismo. Sería muy doloroso
que se creara otro cisma.
Busquemos comprender cuán preciosa es la vista de los ojos, pero cuánto más
preciosa es aún la luz de la fe.

Discernir
La Cuaresma es camino de conversión y renovación espiritual, lo cual se realiza en el ciego de nacimiento.
Como David (Primera Lectura) y el ciego del evangelio, hay que hacernos humildes, para que nos elija Dios, para dejarlo actuar en nuestra vida.

Algo de historia: este milagro lo realizó Cristo en el centro de Jerusalén. La bajada a la piscina de Siloé es donde descarga el torrente guijón, donde se bañaba la mujer que vio David… Cuando Cristo manda preparar la Última Cena, el hombre que venía
con un cántaro de agua, venía de esa piscina.

En el fondo de los iconos orientales se pone oro, el cual significa a Dios, quiere decir
que la vida del santo se fue transformando en luz, que el santo se llenó de Dios.
Cuando Cristo cura al ciego, lo llena de Dios. Así, en esta Cuaresma hay
que
llenarnos de la fuerza del Espíritu Santo para practicar la verdad, bondad, justicia,
la misericordia con alegría.

El ciego de nacimiento representa al hombre marcado por el pecado, que desea conocer la verdad sobre sí mismo y sobre su destino, pero se ve impedido por una
enfermedad congénita. Sólo Jesús puede curarlo: él es «la luz del mundo» (Jn 9,
5). Al confiar en él, todo ser humano espiritualmente ciego de nacimiento tiene la posibilidad de «volver a la luz», es decir, de nacer a la vida sobrenatural.
Ese ciego curado es símbolo de la conversión espiritual, transformación interior.

Es posible volver a la luz. En Cristo, resplandece de nuevo la vida.

En virtud del bautismo, los cristianos son «iluminados»; ya han recibido la luz de Cristo. Por tanto, están llamados a conformar su existencia con el don de Dios: ¡a ser hijos de la luz, testigos de la luz!
El nombre más antiguo del bautismo es “Luz” –papa Benedicto XVI-
La unción que recibe David y después el ciego del evangelio, lavarse y lograr tener vista, es algo que se actualiza en el sacramento de la reconciliación o penitencia (confesión).

Dios elige a quien quiere; así como para el sacerdocio, elige a quien quiere.

El aceite representa al Espíritu Santo. Lo ponían en un cuerno, el cual significa:
fuerza, potencia, porque es lo que tienen los toros y otros animales para defenderse.
La fuerza con que se ungió fue el Espíritu Santo, por eso a partir de ese día el Espíritu Santo estuvo con David.
Salmo “el Señor me ungió con el óleo de la alegría”. El espíritu Santo también se
identifica con la alegría. Llevar nosotros a los demás la alegría de la Palabra de
Dios, la alegría y fortaleza de los sacramentos.

Alegría y luz son semejantes en la segunda lectura y evangelio; mezclarlas es muy
bueno para la vida.

Evangelio para la vida en sociedad

Las mentalidades y las situaciones sociales, políticas y económicas dominadas por
el pecado, cada uno de nosotros, como el ciego de nacimiento, debemos estar
dispuestos a profesar humildemente la adhesión a Cristo: «Creo, Señor» (Jn 9, 38).
Como bautizados hemos de ser luz para los demás, para apaciguar nuestra sociedad que está en tinieblas de guerra y muerte.

Es oscuridad la gran fusión entre gobierno y narcotráfico. Necesitamos luz, ética, regirse conforme a la verdad, el bien, la justicia.

Guerrero es el segundo estado de la república más pobre.
Querer tapar el sol con un dedo es creer que estamos bien –así lo dicen muchos
políticos- pero hay tanta violencia, tantos levantones, asesinatos, extorsiones…

Para pacificar hay que tomar en cuenta a otros actores como las iglesias, porque la
mayoría de los gobernantes no tienen la autoridad moral para corregir estos males.

Que los gobernantes integren a las demás instituciones, no lo pueden hacer solos los gobernantes, por ejemplo, en Chilapa cuando estaba más cruda la violencia, la
gente perdió el miedo y se posesionaron de la ciudad mediante una magna
procesión.