PASCUA IV Ciclo B 2024 – APORTE DEL COLEGIADO DE SACERDOTES DE LA DIÓCESIS DE CHILPANCINGO

Comentario a las lecturas de la Misa del domingo 21 de abril de 2024.
Es ALGO esperanzador que pronto tendremos 5 NUEVOS sacerdotes y 5 diáconos.

Una de las bondades del Seminario es que ahí se forman buenos laicos, que al
descubrir que no tienen la VOCACIÓN sacerdotal, van a la sociedad como buenos
líderes.

El pastor da la vida por sus ovejas, nadie se la quita; así es Cristo, que no es un
pastor entre otros pastores sino el modelo, pastor de pastores, Pastor por
excelencia.

TODOS SOMOS PASTORES

Muchos participan de un modo u otro de la función de pastorear: LOS padres de
familia, los educadores, los gobernantes, los sacerdotes (principalmente el Papa y los obispos).

Hablando el evangelio del Pastor en Juan 10, el adjetivo “bueno” en griego se dice
“kalós” y significa: excelente, útil, servidor, propicio, benévolo, con cualidades,
virtuoso, honesto, que procede con rectitud…

Analicemos la figura del sacerdocio: sacerdote es el que sabe dar lo sagrado, por
eso lo buscan. Dar lo sagrado es el campo propio donde se desenvuelve el
sacerdote.

El pastor necesita saber organizar, gobernar dando la vida por el prójimo. Dar lo
mejor de nosotros mismos desde nuestro carisma y servicio que nos corresponde
dar en la sociedad y en la iglesia.

Conocer personalmente a nuestras ovejas. Lo que dice el evangelio: “Ellas me conocen”, supone una relación de comunicación, comunión, de compartir,
familiaridad, que no seamos extraños ni nos parezcan extrañas nuestras ovejas. A
nadie se le conoce de lejos. Esto implica cercanía, diálogo abierto con Jesús en la
oración y diálogo con los demás (sinodalidad).

La fuerza de un pastor es el amor, porque el amor capacita para dar la vida, entregarse.

Necesitamos ser buenos pastores al estilo de Jesús, pastores que
saben escuchar a la gente, conducirla por los buenos pastos o alimentos, tener un
trato delicado con la gente que se nos acerca; a veces la gente tiene miedo que la
vayamos a regañar o a tratar mal. Nuestro mayor ejemplo está en Jesús.

Necesitamos promover la oración por las vocaciones porque la iglesia es obra más
de Cristo que de nosotros.

Promover al menos diáconos permanentes ante el poco
clero que tenemos.

También trabajar mucho en la Pastoral Juvenil. Pronto habrá retiros espirituales
para novios en Chilpancingo para ayudarles a prepararse de un modo más remoto
y consciente a la vocación matrimonial y así se evite que duren tan poco tiempo
muchos matrimonios por llevar demasiadas inconsistencias a la hora de decidirse.

EVANGELIO PARA NUESTRA SOCIEDAD

Conocer a nuestros políticos antes de votar por ellos; conocer su moral, sus
principios, la plataforma de sus partidos, su historial, etc.

Un buen servidor (pastor en la política) siempre debiera estar a favor de la vida y de
los demás derechos naturales de la persona humana.

En lo social urge ayudar a los ciudadanos a discernir su voto, pues, hay mucha
confusión y otros están con mucho pesimismo porque ningún candidato les
convence.
Ten en cuenta que si no votas, con esa apatía o indiferencia favoreces al peor o a
los peores, ya que los votos cuentan también en número y no solo a favor de un
destinatario directo. Así, por ejemplo, la ley prevé los plurinominales: se asignan
cargos de representación popular tomando como base el porcentaje de votos
obtenidos por un partido político en una región geográfica