19 Dec 2025, Fri

JORGE OCTAVIO OCHOA – Esas ganas de hacer fiesta hasta en sepelios – TRAS BAMBALINAS/ LA RED SOCIAL

TRAS BAMBALINAS. Esas ganas de hacer fiesta hasta en sepelios

Por Jorge Octavio Ochoa.

La pregunta al canto, tras esa concentración de los 7 años en el Zócalo es: ¿Qué festejaron los mexicanos? Porque Morena, evidentemente, celebra su arribo al poder y el meteórico crecimiento que ha tenido, con el que suplen ya las condiciones que tenía el PRI hasta mediados de los 80s: 1.- Una Presidencia omnímoda 2.-Un Control absoluto sobre los poderes Legislativo y Judicial -dígase SCJN-; 3.- Dominio total sobre los gobiernos de los estados y 4.- Sometimiento de los otrora poderosos sectores campesino, obrero y popular.

Pero, en lo que se refiere a logros de gobierno, es otro cantar. La autoproclamada 4ª Transformación tiene más focos rojos que burdel en zona de tolerancia. Tan es así, que el regreso de Andrés Manuel López Obrador del ostracismo, fue recibido con suma frialdad no sólo por la opinión pública, sino por la mismísima presidenta de la República, Claudia Sheinbaum Pardo, quien diplomáticamente dijo que no existen las condiciones que él mencionó para su posible retorno. En los hechos, simplemente, no lo necesita.

Por si no fuera suficiente, ella llegó a ese mitin luego de un exitosísimo encuentro con Donald Trump, con quien tuvo ¡4 horas de acercamiento! cosa que, ni en sueños, tuvo AMLO. Así, el retorno del brujo mayor adquiere ahora un tono extraño pues, ni fue espectacular como él esperaba, ni fue tomado con algarabía por la opinión pública. Sólo los “comentócratas” y “adversarios” le dieron una importancia superior, para subrayar los graves errores históricos y conceptuales sobre los sacrificios en la época prehispánica.

En suma, la reaparición de López Obrador, para la presentación de un libro, más que controvertible -por lo inexacto y mítico-, fue tomada por la opinión pública con notoria indiferencia y frialdad, lo que debe preocupar mucho a los AMLISTAS. Regresó en calidad de “macho alfa”, y dijo que “dejaría su retiro” para “defender” a Claudia Sheinbaum en caso de suscitarse: A).- Un intento de “golpe de Estado”; B).- Una amenaza a la democracia o c).- Algún atentado contra la integridad o la soberanía nacional.

La respuesta de ella fue elíptica. Cada quien puede interpretar lo que quiera. El hecho es que ella dijo que no existe actualmente ningún escenario de riesgo, amenaza o intento de golpe de Estado. “Son momentos distintos” y el país tiene una democracia sólida y el respaldo popular, remató. En resumen -diríamos nosotros-, las circunstancias graves mencionadas por AMLO simplemente no están presentes. No hay nada que justifique su reaparición La dama no necesita ayuda alguna. No necesita vejigas para nadar.

El mismo 4Teísmoo la pinta como la mujer más poderosa de México y, tras deshacerse de Gertz Manero, tiene la sartén por el mango. En todo caso, el que está más indefenso y debería preocuparse por eso, es él. Son demasiadas carpetas de investigación que involucran al pasado sexenio. Es Sheinbaum, no Andrés Manuel quien salió fortalecida tras el “sainete Gertz Manero”, un hombre al que ni su propia familia quería. El representante más soez del abuso del poder. El último reducto de poder de AMLO sigue en el Senado, con Adán Augusto López.

Subrepticiamente, Andrés Manuel quiso presentar a una PresidentA en la debilidad y los temores del embate de la ultraderecha ultramar. Sin embargo, lo que está en declive es su figura y su recuerdo. Aquella vieja coreografía “¡Es un honor estar con Obrador!”, no se escuchó más en la concentración del sábado. Le han adosado, a regañadientes, el estribillo: “¡…estar con Claudia hoy!”. Entre más lo hacen, más sepultan esa figura emblemática que dio cuerpo y forma a lo que hoy conocemos como Morena y la 4T. “El movimiento Soy Yo”, decía.

Actualmente, en la lucha de los simbolismos y la semiótica, el surgimiento de la Generación Z y el Movimiento del Sombrero los tiene sumamente preocupados. Existen ya fechas de referencia: 1 y 15 de noviembre. El populacho ha encontrado un mecanismo de presión: el bloqueo de carreteras. Todos estos factores hacen más preocupante el rumbo que ha tomado la impartición de justicia en México. El 4Teísmo tiene un absoluto control de la Fiscalía, de la Suprema Corte y el Ejecutivo. Un poder inconmensurable, como en los tiempos del PRI, pero…

El discurso de Claudia este sábado 6 de diciembre, muestra claroscuros. Fue una fiesta de ellos, para ellos; de auto exaltación. Pero no resuelve el problema de la polarización que se ha profundizado, a la luz de un crimen que los propios morenistas se han encargado de hacer más dramático, pues ahora han centrado sus baterías en desprestigiar, deslegitimar e incluso difamar a la viuda de Carlos Manzo Rodríguez, en boca de uno de los políticos más misóginos y abusivos de nuestros tiempos: Gerardo Fernández Noroña.

Con ese fantasma de por medio, la presidenta bañó de inquina su discurso ante correligionarios. Habló de “realidades virtuales”; de la existencia de “campañas sucias”, “compra de bots”, presencia de “consultores de comunicación”. Pero advirtió que por más comentócratas o expertos “que inventen historias de ficción”, por más campañas para hacer creer que México no es un país democrático, no vencerán al pueblo de México ni a su presidenta. Tanto criticó la “botisa”, y al final recurrió al mismo método para apuntalar su mensaje.

Habló ante una explanada tapizada de banderas guinda, blancas, impolutas, enhiestas. Carteles de apoyo perfectamente diseñados e impresos, con la foto de ella, cada vez menos presente Andrés Manuel López Obrador. Con aplastante uniformidad, como en los tiempos de los tres sectores del PRI. Pendones, banderines, gorras. Corean la nueva consigna, “¡Presidenta, presidenta!”, con cierta tibieza y timidez, a cada pausa del discurso.

El frio aplauso. “¡presidenta, presidenta!”, gritan desde algunos de los sectores de esa plancha abigarrada, y la arenga se ve marcada por nubarrones, a la sola exaltación de una honestidad, que no existe. De un combate a la corrupción, a la violencia e inseguridad que es letra muerta y le queda debiendo a millones de mexicanos. Logros hay muy poco, y de promesas todo un mar abierto, turbulento y turbio como la información de los desastres del Tren Maya, la farmaciotaSEGALMEX.

La remembranza de la “estafa electoral del 2006” se vuelve, más que un reclamo, una provocación; una justificación o perdón tardío, tras las fraudulentas elecciones del Poder Judicial. La referencia sobre gobiernos “ejemplares”, suena a insulto, al ver a gobernadores sobre los que pesa el fantasma de un asesinato, el empoderamiento de funcionarios involucrados en el narco. Mandatarios que convierten el recuerdo de un magnicidio en un simple episodio para perseguir a segundos tiradores. Son sujetos bajo sospecha.

Decir “Llegamos todas”, es otro insulto. Las mujeres buscadoras siguen sin respuesta, descubriendo cuerpos. A Grecia Orozco la pueden vilipendiar e inventarle sandeces desde la comodidad de una finca comunal o desde las redes sociales, pero para esos violentadores no habrá castigo, como no lo hubo contra Félix Salgado, Cuauhtémoc Blanco, Fernández Noroña. Hablar de la disminución de asesinatos dolosos cuando en el pasado sexenio hubo casi 200 mil crímenes de este corte, esa sí es “realidad virtual”.

Fue, pues, una fiesta de cofradía, entre correligionarios, entre iguales que se saben y se ocultan sus pecados. Pero surge la Generación Z, los del Sombrero y ahora, nosotros, los Caifanes, en el recuerdo de los periodistas asesinados por ese crimen organizado al que sólo dan besos. Nosotros, los de la bomba Molotov, que sólo revienta con mensajes, con letras, con reclamos. No con balas ni falsos abrazos. No hay transformación posible, cuando la reforma judicial se reparte a través de fiscales carnales. Pero sigan en su jolgorio. 

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