Por J. Jesús Pastenes Hernández.
Rindo homenaje a una persona, llena de luz, que nació en Chilapa de Álvarez, Guerrero, un día como hoy, 23 de noviembre de 1941, que recibió por nombre, Juan Sánchez Andraca, gigante literario y social cuya pasión y tenacidad han dejado una huella imborrable en el alma de Guerrero y México.
Autor de “Un mexicano más”, “Debe amanecer”, y múltiples obras que capturan con fuego la esencia y luchas de su pueblo, Juan fue y es, faro y voz vibrante del Movimiento Popular Guerrerense de 1960, al lado de otros jóvenes valientes que hicieron temblar a la soberbia gubernamental; movimiento que sigue alumbrando la creación y despliegue de la Universidad Autónoma de Guerrero, un sueño colectivo que devino en institución de saber y justicia. Su vida es compendio de un poema inconcluso, labrado a pulso en la historia, un canto a la resistencia y al fervor social que no conoce tregua.
En cada paso, Juan Sánchez Andraca se erige como Maestro de Maestros, porque no sólo forja letras, sino enciende conciencias y teje redes de cultura, identidad y memoria en todo el territorio nacional y si no, que Tixtla me desmienta, tierra que (como dijera Catalina Pastrana), “huele a Patria”, donde Juan, como el Sócrates guerrerense, camina a paso lento, por sus calles y por su plaza cívica, como declarado amante de los libros; sembrando dudas y debates, entre quienes le hemos seguido desde hace tiempo.
Su presencia, en los pueblos de Omeapa y de Tixtla, donde hoy vive, es consuelo para el alma; sonrisa sabia que abraza con calidez y pensamiento que enciende esperanzas; fuego enternecido que sólo un verdadero luchador y artesano de la congruencia puede legar, a sus hermanos del género humano.
Así, en este día sublime, celebramos al insigne Juan Sánchez Andraca, amigo perpetuo, historiador del pueblo, y custodio ferviente de la cultura guerrerense. ¡Que su voz, que nunca cesa, siga siendo llama que arde en el corazón de nuevas generaciones, y su legado, firme y luminoso, inspire siempre la lucha por la justicia social, el reconocimiento indígena y la dignidad del pueblo que tanto ama!.
Que Dios le siga conservando una vida dichosa y venturosa, llena de salud y que nos permita recrearnos en su presencia durante muchísimos años más. ¡Salve Maestro Sánchez Andraca y que su luz natural, que le deviene de lo alto, siga iluminando caminos, que es ejemplo y faro eterno en la historia viva de Guerrero.
Creo con toda vehemencia del Maestro Sánchez Andraca, podría expresarse lo que el limpio cubano, José Martí, expresará un día “Cuando hay muchos hombres sin decoro, hay siempre otros que tienen en sí el decoro de muchos hombres. Esos son los que se rebelan con fuerza terrible contra los que les roban a los pueblos su libertad, que es robarles a los hombres su decoro. En esos hombres van miles de hombres, va un pueblo entero, va la dignidad humana. Esos hombres son sagrados”.
¡Honor y gloria a Juan, maestro, luchador social, y poeta de la resistencia!
¡Luminaria de la Literatura Guerrerense y de México!
Respetuosamente.
23 noviembre del 2025.
J. Jesús Pastenes Hernández.

