By Ceprovysa 
Por Baltazar Jiménez Rosales
El Ayuntamiento de Chilpancingo está a la espera del resultado de los procedimientos iniciados por la Procuraduría de Protección Ambiental del Estado de Guerrero (Propaeg) en contra de las quebradoras y de los particulares que arrojan material pétreo y escombro en el encauzamiento del río Huacapa, informó el titular de la Secretaría del Medio Ambiente, Cambio Climático y Sustentabilidad, Tulio Ismael Estrada Apátiga.
El funcionario municipal expresó que sí urge saber en qué etapa se encuentran estos procedimientos iniciados por la Propaeg, porque las empresas quebradoras ubicadas sobre la carretera Chilpancingo-Chichihualco así como particulares “siguen arrojando sus jales al vaso de la presa del Cerrito Rico”.
En este sentido, apuntó que la queja “muy particular” por esta práctica es por parte de los productores que siembran en las tierras que se encuentran en la parte superior del vaso de la presa del Cerrito Rico, aunque destacó que en estos momentos se encuentran agradecidos con el Ayuntamiento por el manejo que le dio a la represa por haber mantenido abiertas las compuertas, lo cual les permitió sacar sus cosechas y cultivos de manera adecuada.
Indicó asimismo que entre los que han arrojado material pétreo y escombro en el encauzamiento del río Huacapa se encuentran algunos sindicatos de materialistas.
Explicó también que si el Ayuntamiento de Chilpancingo, a través de la dependencia a su cargo solicitó la intervención de la Propaeg es porque la autoridad municipal no tiene la facultad de sancionar el destino final de residuos de manejo especial como el material pétreo y escombro.
Estrada Apátiga resaltó que lo que hizo la autoridad municipal es platicar con los empresarios y dirigentes de estos sindicatos para que dejaran de tirar sus materiales en el río Huacapa, lo cual finalmente se logró.
Señaló que la intención del Ayuntamiento presidido por Gustavo Alarcón Herrera es evitar que la presa del Cerrito Rico siga azolvándose, por lo cual “es necesaria la respuesta por parte de la Procuraduría de Protección Ecológica, que se sancione a quienes incurren en esta práctica y que se vigile la acumulación de los jales en las ‘quebradoras’ porque ya no pueden seguir vertiendo su material de desecho en el encauzamiento del río Huacapa”.
Estrada Apátiga menciono que con el fin de evitar que se continúe arrojando material pétreo y escombro en el río Huacapa, el Ayuntamiento de Chilpancingo, a través de las secretarías de Obras Públicas, Medio Ambiente y la Coordinación de Protección Civil mantiene una vigilancia muy estrecha de la colonia Amate Amarillo hacia arriba.
Refirió que incluso la etapa que sigue en la parte norte del río Huacapa —debajo de la presa del Cerrito Rico— es la construcción de “gaviones” con bambú y piedra a las orillas de la afluente para evitar la erosión, lo mismo que a la altura de Petaquillas.