1 Dec 2025, Mon

ISABEL ORTEGA MORALES – Mujeres indígenas olvidadas – VIOLETA DEL ANÁHUAC


Isabel Ortega Morales

SemMéxico, Tlapa, Guerrero, 24 de noviembre, 2025.- En la montaña sobreviven cuatro poblaciones indígenas de las 68 que existen en el país, las Me’Phaa -Tlapanecas; las Tu’Un Savi- Mixtecas-; la Nahuatlaca, en la región montaña y la costa chica la Ñoonda – Amuzga.

En ambas regiones, donde también habita población mestiza y afromexicana, subyacen temas sensibles relacionados con la forma de convivencia social y familiar, en la que los Usos y Costumbres aún las mantienen sometidas en algunas decisiones que recaen en el sexo masculino, considerado autoridad máxima al interior de los hogares y en las mujeres adultas que deben respaldar esas decisiones y velan por su cumplimiento.

Hay programas de atención a este importante sector de la población, solo que parecen más de discurso que de compromiso real porque en la práctica reflejan el poco interés por superar esas deficiencias por un asunto de falta de sensibilidad administrativa.

La violencia como el feminicidio no tienen una fecha determinada en la vida de las mujeres, aunque se acrecienta la violencia en fechas de celebración por el alto consumo de alcohol.

Las mujeres que sufren violencia y exclaman ¡ya, basta!, acuden al Centro de Justicia para las Mujeres para ser auxiliadas, asesoradas, representadas, pero hasta ese sitio llegan los violentadores para agredir nuevamente a sus parejas por atreverse a salir de ese círculo de violencia y hasta agreden a las y los trabajadores del Cetro de Justicia que no tienen seguridad.

En Ayutla de los Libres está el Centro Comunitario Gú’wa Kúma: la Casa de los Saberes, que encabeza la activista Inés Fernández, cuyo centro presenta problemas similares al Centro de Justicia de las Mujeres.

Si no fuera lamentable que esos dos centros se hayan ido a paro para demandar justicia ante la violencia laboral que sistemáticamente viven no solo por la falta puntual del pago mensual de sus contratos, sino que además carecen de prestaciones y no reciben ni aguinaldo ni derecho de vacaciones, a esa incertidumbre las trabajadoras de la Secretaria de la Mujer, del Programa para la Prevención, Atención, Sanción y Erradicación de la Violencia Contra las Mujeres, del Componente Prevención de Matrimonios de Menores de Edad y Protección de Niñas en Zonas Indígenas, tampoco tienen garantía labora, y como las demás, tienen que justificar con imágenes su trabajo para que puedan obtener el pago de transporte a las comunidades indígenas.

La generosidad de estas trabajadoras es extrema al exonerar a quien debe protegerlas, la Secretaría de la Mujer, de quien dependen y que es obvio no ha hecho más que justificarse diciendo que la responsabilidad de pagos es de la Secretaría de Finanzas, sí, es cierto, como también lo es que ella no ha tenido interés en incorporar a la justicia laboral a quienes se enfrentan a la realidad de esta entidad y que es un tema que lastima a la humanidad: la venta de niñas, los matrimonios infantiles, la violencia hacia las mujeres.

En su posicionamiento dicen que este programa “se implementa en nueve municipios del Estado: Alcozauca de Guerrero, Atlamajalcingo del Monte, Cochoapa el Grande, Metlatónoc, Tlapa de Comonfort y Xalpatláhuac de región Montaña y San Luis Acatlán, Igualapa y Tlacoachistlahuaca de la región Costa Chica, realizamos acciones preventivas y atención de la violencia contra las mujeres, las niñas y adolescentes poniendo al centro la eliminación de prácticas de uniones forzadas contra menores. Manifestamos constante vulneración a nuestros derechos laborales con énfasis en violencia institucional”.

El Centro de Justicia para las Mujeres tuvo que acudir a la Comisión Estatal de Derechos Humanos para que les pagaran los meses de julio y agosto; y tuvieron que acudir a un paro por la demanda de pago de los meses septiembre y octubre y no tienen la garantía de que este mes de noviembre y diciembre les sean cubiertos.

Pero cuando este Centro para actividades, las mujeres de la montaña saben que están aún más indefensas; que cuando las y los trabajadores de estas instancias no tienen garantías laborales, las demás mujeres solo tiene paliativos a sus problemas, que cuando las mujeres siguen prestando los servicios a pesar de que no llevan a sus propios hogares el sustento, es indiferencia gubernamental.

Por segundo año este maravilloso grupo de mujeres piden audiencia para plantear este programa a la Gobernadora Evelyn Salgado Pineda, la primera mujer en gobernar esta entidad, pero no son escuchadas, saben que otras instancias no resolverán porque éstas no entienden desde el escritorio esa violencia y el desinterés a su trabajo es desinterés a las mujeres indígenas que en su nombre anuncian programas, pero ellas siguen en la práctica, olvidadas.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *