EL METATE
El metate es un utensilio de cocina prehispánico de origen náhuatl que consiste en una plancha de piedra rectangular para moler ingredientes como maíz, chiles y especias, usando un rodillo de piedra llamado metlapil.
Se utiliza tradicionalmente para preparar masa de tortillas, moles y otros platillos. Aunque ha sido reemplazado en gran parte por molinos eléctricos, sigue siendo muy valorado en muchas comunidades rurales por el sabor único que aporta a la comida.
Quienes lo usan, en la actualidad, son considerados una curiosidad mexicana que puede presumirse en la gastronomía internacional como un elemento de piedra que aporta sabores diversos y sabrosos a la comida que México ha ofrecido al mundo.
Tortillas, chilate, mole, pozol, pinole, salsas picosas sencillamente no existirían ante la ausencia del metlapil con la cama de piedra.
Por lo regular, han sido mujeres las portadoras del mágico sazón mexicano quienes han operado cama de piedra y metlapil. Ellas han sido, por tradición prehispánica quienes han dominado al metate para el gusto de nuestros paladares.
¿Qué pasaría si, de pronto, quien opera el metlapil y cama de piedra se fuga?
Perdonen ustedes, pero algo pasaría.
Algo pasaría.
MACRINA RABADÁN
Macrina Rabadán Santana, oriunda de Cuetzala del Progreso, fue maestra, política y luchadora social y agraria mexicana.
Fue diputada federal de 1958 a 1961, electa por el Partido Popular Socialista, fue la primera diputada de oposición al Partido Revolucionario Institucional (PRI), dominante en ese entonces.
Junto con sus hermanos Epigmenio y David, Macrina Rabadán lideró el movimiento agrarista en su región natal, promoviendo el reparto agrario de las tierras aun en manos de latifundistas y hacendados.
Con el apoyo del presidente Lázaro Cárdenas del Río consiguió su reparto y el establecimiento de ejidos para los campesinos. Sin embargo, dicha lucha les causó numerosos enemigos y que se saldaría con el asesinato de sus dos hermanos.
En 1940 el gobernador de Guerrero Alberto F. Berber la comisionó a tomar la palabra en un mitin del entonces candidato presidencial Manuel Ávila Camacho en Iguala.
Admirado con su talento como oradora, Ávila Camacho la invitó a acompañarlo el resto de su campaña como oradora oficial y al asumir la presidencia ese mismo año, la nombró inspectora y promotora de servicios sociales de la Secretaría de Salubridad y Asistencia.
En 1945 se unió a la campaña electoral de Baltazar R. Leyva Mancilla a la gubernatura de Guerrero y en 1946 asumió como profesora en una escuela de Taxco de Alarcón.
En 1948 participó en la fundación del entonces Partido Popular (PP) —que posteriormente se convirtió en el Partido Popular Socialista (PPS)— por Vicente Lombardo Toledano, el que promovió entre el campesinado que lideraba.
En 1950 fue la primera presidenta del PP en el estado de Guerrero. En el gobierno de Alejandro Gómez Maganda fue directora de Acción Cívica y Cultural del estado.
En 1952 fue candidata del PP a diputada al Congreso del Estado de Guerrero por el distrito de Chilpancingo, pero no logró el triunfo.
Fundó en 1954 el Instituto Regional de Bellas Artes de Acapulco y del que fungió como directora de 1957 a 1958. Este último año fue elegida, como candidata del PP, diputada federal por el Distrito 2 de Guerrero a la XLIV Legislatura de 1958 a 1961, siendo la primera mujer elegida diputada federal como opositora al PRI.
Fue asumiendo posiciones políticas claramente contrarias a las del PRI y el gobierno, y luego a las de su propio partido al darse cuenta de que este en realidad tenía una dependencia y cercanía con el gobierno y el PRI que en los años siguientes le otorgarían el mote de partido paraestatal, por lo que rompió con él durante su gestión como diputada.
Al terminar su cargo, continuó su militancia en los movimientos de izquierda en México, participó como representante del movimiento mexicano en el Congreso Mundial por la Paz que se llevó a cabo en Moscú en 1963 y posteriormente visitó la República Popular China como invitada de su gobierno.
Debido a su militancia política fue relegada de cualquier puesto gubernamental, por lo que se dedicó al comercio para poder tener ingresos.
En 1974 el presidente Luis Echeverría Álvarez la nombró directora del Fondo Nacional para el Fomento de las Artesanías en Guerrero. Consiguió que en 1976 Echeverría otorgara dos hectáreas de terreno en la playa de Acapulco para el establecimiento del Instituto Guerrerense de Bellas Artes, pero el sucesor de Echeverría, José López Portillo, abrogó dicho decreto y otorgó el terreno del Centro de Convenciones de Acapulco, por dicho conflicto, renunció a su puesto como directora de FONART.
En 1981 fundó la sucursal de Plástica Mexicana en Taxco por indicación del Instituto Nacional de Bellas Artes, fue su directora desde ese año hasta su fallecimiento en 2000.
En 1984 recibió un homenaje por parte del Centro de Estudios Históricos del Agrarismo en la Ciudad de México, y en 1996 el gobierno de Guerrero le otorgó el Premio Cívico al Mérito de la Mujer Antonia Nava de Catalán.
Falleció en su ciudad natal, el 21 de febrero de 2000.
Macrina forjó su carrera con un metafórico metate y un metlapil que ha sido su constancia para forjar la personalidad de las mujeres de Guerrero que han crecido, en la política, por su esfuerzo propio y alejadas del poder masculino. Ella se forjó a si misma sin la necesidad de la tutela del marido, compañero de viaje o como se le quiera llamar.
Ella ha sido Macrina.
Ella. Ella ES.
BENITA GALEANA
Hubo alguien mas que se ha forjado, como Macrina, con el propio esfuerzo. Ella ha sido Benita Galeana Lacunza, de San Jerónimo de Juárez.
Ella fue una escritora feminista, sufragista, sindicalista y activista mexicana en pro de los derechos de las mujeres y los derechos de los trabajadores.
Fue una activa figura de los movimientos de justicia social en su durante la segunda mitad del siglo XX.
Su casa, ubicada en Zutano 11, en la alcaldía Benito Juárez, de la Ciudad de México, es ahora el Centro de Estudios de la Mujer y de la Lucha Social “Casa Museo Benita Galeana”.
Militante del Partido Comunista Mexicano desde 1927 y del Partido Socialista Unificado de México tras la disolución del primero, participó del activismo político tendiente a establecer la jornada de ocho horas de trabajo, además de la instauración de un estatuto jurídico y un seguro social.
Fue una promotora del sindicalismo y de los movimientos huelguistas emanado de diversos sectores.
Fue pionera del movimiento feminista socialista mexicano, y luchó por el derecho al voto femenino, guarderías, el derecho al aborto y el derecho al descanso materno —junto con Tina Modotti, Frida Kahlo y Adelina Zendejas Gómez, entre otras—, entre otras materias; en este contexto, perteneció al grupo de mujeres e intelectuales que fundaron varias organizaciones en su país, entre ellas el Frente Único Pro-Derechos de la Mujer: su trabajo allí la convirtió en una de las activistas más importantes en la lucha por la reivindicación de la igualdad de derechos políticos.
Benita también dio uso metafórico al metate y al Metlapil. Tesón, constancia, congruencia, han sido la receta para mostrar el carácter de las mujeres de Guerrero.
MAGDALENA BEATRIZ VAZQUEZ MARTÍNEZ
Aunque hay miles de mujeres de Guerrero con ese recio carácter que les ha permitido conquistar, y no recibir como dádiva masculina sus triunfos en la política, hay una que destaca en Chilpancingo.
Magdalena Beatriz Vázquez Martínez, de Chilpancingo ha sido maestra y política y aun se puede charlar con ella.
Se inició como maestra de alfabetización, de 1957 a 1959; durante el mismo periodo, fue maestra de Teatro y Danza del Colegio del Estado; de 1958 a 1960, fungió como secretaria del Departamento de Turismo y Acción Social, Cívica y Cultural del Gobierno del estado; maestra de grupo, de 1960 a 1969.
Posteriormente, se desempeñó como directora de la Escuela Primaria Federal Primer Congreso de Anáhuac, de 1969 a 1980, año en el que se le designa supervisora escolar federal de la Zona 2, con cabecera en Chilpancingo, cargo en el cual se desenvuelve hasta 1987; en ese año, recibió el nombramiento de coordinadora técnica del Sistema Estatal del Registro Civil, puesto que ejerció de 1987 a 1990; después, se le nombra jefa del Departamento de Bibliotecas del Instituto Nacional de Educación Básica, dependiente de la Secretaría de Educación Guerrero (SEG), cargo que desempeñó hasta agosto de 2006.
Fue lideresa estudiantil; activista del PRI desde 1947, partido político donde se desempeñó como dirigente femenil estatal. Ha sido representante y delegada del mismo organismo político en diversas asambleas locales y nacionales.
Fue regidora de Educación del Ayuntamiento de Chilpancingo, de 1956 a 1959; diputada local suplente por el primer distrito electoral, de 1960 a 1963; presidenta municipal constitucional de Chilpancingo, durante el trienio 1978–1980.
Colaboró en las revistas Cuauhtémoc y Trinchera Nacional, editadas en la Ciudad de México.
Ha recibido los siguientes reconocimientos: diploma como maestra distinguida, otorgado por el H. Cabildo Municipal de Chilpancingo en 1954; diploma de honor y Medalla al Mérito Docente Maestro Rafael Ramírez, en reconocimiento a su obra educativa realizada durante 30 años, otorgados por la SEP en 1982.
Pertenece a la Sociedad de Geografía y Estadística y a Guerrero Cultural Siglo XXI. A. C.
EL CAMBIO DE MENTALIDAD
Esos tres ejemplos de mujeres dignas de ser imitadas, contrastan con la coyuntura política de Guerrero donde, no sabemos exactamente a partir de cuándo, el tesón, la constancia, la formación y la lucha individual de las mujeres ha sido suplantada por la imposición masculina que degrada al feminismo de Guerrero y pretende opacar, sin lograrlo, a este trío de ejemplos de mujer.
De un tiempo a la fecha, y al parecer desde que los partidos políticos se han empequeñecido, las mujeres han sido arronzadas a cargos decorativos en donde no pueden pensar, actuar, decidir ni forjarse un camino en base a su esfuerzo.
En esos partidos, dirigidos por hombres, de pronto han aparecido mujeres ocupando cargos de elección popular, por lo regular por la vía plurinominal, que han sido designadas como diputadas, regidoras o alcaldesas nomás por el hecho de ser las esposas de quien es el jefe del partido en turno.
Algunas llevan tres periodos consecutivos como diputadas locales, nomás porque son esposas del dirigente del partido que les ha postulado.
Eso sucede en partidos de la izquierda, como de la derecha, o el centro. Se dice que no tienen empacho ni llenadera, aunque el adjetivo debiera ser que no tienen madre.
Han desplazado a liderazgos que se han formado de manera individual o colectiva, para imponer a sus señoras esposas a las que, en el colmo del cinismo, exigen les inventen trayectorias ficticias, alejadas de la cocina, de donde las han sacado para ejercer el oficio de la política.
LA FUGA DEL METATE
En las cocinas de esas señoras un objeto llora y llora y no para de llorar. Es un metate al que le han arrebatado el metlapil. Llora porque ya no puede moler masa para hacer tortillas, chilate, pozol o mole.
La diestra mano que sazonaba deliciosos platillos, ha sido arrebatada para que, con el metlapil como herramienta, ejerzan lo que ellas se imaginan es política y con esa pesada piedra la arremeten, desde tribuna, en contra de quienes ellas se imaginan son sus enemigos.
Estamos, en ese, como en muchos otros casos, ante aquella vieja historia que relata cómo una prófuga del metate se encumbró, porque su marido la encumbró.
¡Que vuelva! ¡Que vuelva el metlapil fugado! ¡Que ejerza, el metlapil, lo que sí sabe ejercer! ¡Por favor!
Y, de pilón, se abran del camino para no estorbar a las mujeres que si se han forjado con tesón, constancia y valor, como lo han hecho Macrina, Benita y Magdalena.
EL METLAPIL
Éste ha sido un mensaje del metlapil que extraña a su cama de piedra.
¡El Metlapil ha hablado!
