Su obra literaria tiene una marcada orientación social y política, destacan sus crónicas bajo la fórmula denominada de polifonía testimonial, me refiero a Elena Poniatowska Amor, quien nació en París el 19 de mayo de 1932, hija de padre francés de origen polaco, Jean E. Poniatowski, y madre mexicana, Paula Amor Escandón nacida en 1913 en París, hija de una familia porfiriana exiliada tras la revolución.

En 1941 Paula huyó de la Segunda Guerra Mundial con sus hijas. Mexicana por herencia, decidió refugiarse en este país. El padre de Elena, que se había alistado en el ejército francés combatió en la guerra hasta que ésta terminó y fue a reunirse con su familia

Elena heredó el título de princesa de Polonia, aunque ella misma afirma que le importa muy poco y no frecuenta a su familia europea, que la llama “La Princesa Roja”.

Destinada en principio al matrimonio con un príncipe europeo, decidió sin embargo, dedicarse al periodismo. En 1953 empezó a trabajar en el Excélsior, escribía crónicas de sociales que firmaba con un pseudónimo.

Un año permaneció en Excélsior, y de ahí pasó a Novedades, donde se ganó un público que la seguía gracias a sus textos impredecibles. En 1955 publicó su primera novela titulada Lilus Kikus.

Su relación con el dibujante Alberto Beltrán, socialista férreo, vino a afianzar este modo nuevo de pensar y de sentir en Elena.

En una azotea de la calle de Revillagigedo, Poniatowska se vio deslumbrada por una lavandera que hablaba fuerte y con sabiduría: Josefina Bórquez. La larga entrevista con este personaje formidable dio pie a la novela “Hasta no verte Jesús mío”, con la que ganó el Premio Mazatlán de Literatura.

En 1968 contrajo nupcias con el astrofísico Guillermo Haro, con quien tuvo dos hijos: Felipe y Paula. En esa época decidió legalizar su nacionalidad mexicana.

Fue la primera mujer en recibir el Premio Nacional de Periodismo.

Entre sus obras se cuentan “La flor de lis”, “De noche vienes”, “Tlapalería”, “Paseo de la Reforma”, “Querido Diego, te abraza Quiela”, “Tinísima”, “La piel del cielo” y “El tren pasa primero”, ésta sobre la vida de los ferrocarrileros mexicanos, “La Noche de Tlatelolco”, un clásico desde su publicación, tanto que se le distinguió con el Premio Xavier Villaurrutia, mismo que rechazó preguntando quién iba a premiar a los muertos…

Compaginando su labor periodística con la literaria, fungió como cronista del terremoto del 85 y del conflicto de Chiapas.

Ha recibido diversos doctorados Honoris Causa de prestigiosas universidades nacionales y extranjeras. Reconocimientos como el de la Legión de Honor Francesa a título oficial, el “Gabriela Mistral” de Chile y recibido premios como el de Literatura en Lengua Castellana Miguel de Cervantes, por cierto la cuarta mujer en obtenerlo.

Todo eso enfoca a la creadora de un rico mundo de ficción, relacionado siempre con los acontecimientos, movimientos sociales y personajes del México contemporáneo, Elena Poniatowska amor.

Terminamos, reciban un gran saludo. ¡Hasta la próxima!

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