- Mutismo oficial imperó en el primer aniversario
- Hay dos detenidos y un menor de edad sentenciado
- No hay detenidos por el asesinato de la mujer linchada
- El exalcalde está en calidad de prófugo por otros temas ilícitos
Carlos Ortiz Moreno / Expresiones Guerrero
Con un mutismo oficial sobre el aniversario, este jueves se cumplió un año de que una turba linchó a una mujer y sus dos hijos en Taxco de Alarcón luego de que se comprobó que plagiaron a la niña Camila, pidieron rescate, prefirieron ahorcarla y tiraron su cuerpo cerca de la carretera. Todo ello en plena celebración de la Semana Santa.
Hace un año, la ciudad platera fue centro nacional e internacional de la información cuando televisoras nacionales y medios digitales transmitieron en vivo el linchamiento de Ana Rosa Díaz Aguilar y sus dos hijos, luego de que una turba penetró a su domicilio e hizo justicia con mano propia ante la tardanza de los trámites legales de la Fiscalía de Guerrero que nunca pudo obtener una orden de aprehensión para los implicados.
Un día antes, alrededor de las 13 horas, la niña Camila llegó a casa de Ana Rosa con su trajecito de baño porque la habían invitado a jugar con su hija y otra amiguita a una alberca improvisada. A las 14:08, Díaz Aguilar y un taxista bajaron a la carretera cargando una bolsa negra simulando basura. La mujer abrió la cajuela y el hombre echó la bolsa negra, se subieron a una unidad vehicular y se fueron.
Más tarde, regresaron como si nada hubiera pasado. Cuando Margarita Ortega Díaz, madre de Camila, preguntó por su hija se llevó la sorpresa que la respuesta era que la menor no había llegado a esa casa. Fue entonces cuando comenzó a rastrear a su hija de ocho años
No contaron que en la zona había videocámaras de vigilancia y al saberse de que la menor estaba perdida los vecinos proporcionaron los videos a la familia de la menor. En el material descubrieron que la niña Camila sí había entrado al domicilio… pero nunca salió.
Inicialmente, la mamá de la niña intentó presentar la denuncia en Taxco, pero como no se la recibieron, tuvo que viajar a Iguala. Ahí declaró a la Fiscalía que había recibido una llamada en la que le exigían 250 mil pesos por la libertad de su hija.
Como familiares y vecinos ya tenían los videos, se movilizaron y José Ricardo Amado Gaytán, el taxista de la Unidad 14 que fue grabado con la bolsa negra que subió a la cajuela, fue rápidamente detenido. Inmediatamente confesó dónde había llevado el cuerpo de la pequeña.
Alrededor de las cuatro de la mañana, el Ministerio Público de Taxco de Alarcón llamó a la madre para informarle que habían encontrado a la menor sin vida. Camila fue ahorcada y su cuerpo estaba dentro de una bolsa negra para basura que hallaron tirada a un lado de la carretera federal Taxco-Cuernavaca.
Desde esa madrugada, la madre de Camila, sus familiares, amigos y vecinos llegaron hasta la casa de los victimarios y rodearon toda la zona para evitar que huyeran. Amaneció y pasaron las horas esperando que la Fiscalía de Guerrero realizara su trabajo de cumplimentar las órdenes de aprehensión.
Pero esa medida cautelar, basa en una solicitud que el Ministerio Público le hace al Juez de Control para detener a una persona, jamás llegó. Se suponía que la orden debió concederse toda vez que había datos suficientes para creer que se había cometido un delito del tamaño de un asesinato de una niña.
Existieron todos los requisitos que dice la Ley para obtener una orden de aprehensión: ya había una denuncia o querella por un delito que la ley sancione con pena privativa de libertad; había datos que indicaban la comisión de un delito y que el imputado lo cometió o participó en su comisión.
Jamás informó la Fiscalía de Guerrero a qué autoridad judicial se había solicitado dicha orden de aprehensión.
Las horas pasaban y la gente estaba lista para intervenir a la fuerza en caso de que las autoridades no dieran la cara. Emplazaron a los policías a actuar en media hora… y no pasó nada.
Entonces la turba hizo a un lado a la madre de Camila. Entraron a la fuerza, tiraron la puerta y a golpes sacaron a Ana Rosa y sus dos hijos Axel Aguilar Estrada y Alejandro Alfredo, este último menor de edad. Con palos y patadas los arrastraron por toda la escalinata que conduce al hogar de esa familia donde había entrado con vida Camila.
Abajo, en la calle más de 300 personas esperaban hacer justicia con su propia mano ante la ineptitud de las autoridades y del exceso de burocratismo para aplicar la ley. Antes, ya habían vandalizado dos unidades de transporte que, se dijo en ese entonces, eran propiedad de Ana Rosa, quien supuestamente había planeado el secuestro, el homicidio de la niña y deshacerse del cadáver.
Todo lo narrado fue transmitido por televisión nacional. En ese momento, Taxco de Alarcón era centro de la noticia porque se desarrollaba la festividad católica del Viacrucis porque era Semana Santa. Del fervor religioso se pasó al acto más cruel de la venganza humana: el linchamiento.
Elementos del Ejército y la Policía Estatal lograron rescatar a los dos hombres ya golpeados. La Policía municipal subió a Ana Rosa a la batea de una patrulla, pero aparentemente hubo dilación en la actuación policíaca y la mujer fue bajada dos veces a punta de golpes.
Los seis municipales presentes ni siquiera intentaron controlar a la multitud y cuando pudieron llevarse a la mujer la bajaron colgando de pies y manos al piso de la agencia ministerial. Ya iba en estado agónico cuando la introdujeron a las instalaciones de la Fiscalía. Horas después se confirmó su muerte.
Ana Rosa Díaz Aguilar, implicada directamente como autora intelectual del secuestro, homicidio y desaparición del cadáver, murió a consecuencia de la golpiza que le propinaron decenas de hombres y mujeres en plena avenida Plateros, donde permanecían dos vehículos vandalizados y volteados por la desesperación de la inacción de la Fiscalía.
Luego que el caso Camila cimbró no sólo a Taxco, sino al país entero, el presidente municipal de Taxco, Mario Figueroa Mundo, emanado del Partido Movimiento Ciudadano, repartió culpas. Se quejó que el día del linchamiento nunca recibió el apoyo de las autoridades estatales.
Informó que la localización del vehículo que presuntamente transportó el cuerpo de la niña también corrió a cargo del Ayuntamiento, debido a que él instruyó a la Policía Municipal y Tránsito para encontrar el taxi en el que se la habían llevado.
“No hemos recibido el apoyo ni el respaldo ante la acción que la ciudadanía tomó”, dijo el entonces primer edil en un comunicado oficial. Tras la queja, la gobernadora Evelyn Salgado Pineda aseguró que sí se atendió el caso del secuestro y asesinato.
Para acabarla, Doroteo Eugenio Vázquez, secretario de Seguridad Ciudadana de Taxco, en una entrevista transmitida a nivel nacional revictimizó a la madre de Camila al decir que el incidente se debió a una insuficiente vigilancia que ella tuvo con la menor y esa había sido la probable causa de ese cruel asesinato. El responsable de la Seguridad Pública fue cesado inmediatamente.
En la actualidad, el exalcalde de Taxco se encuentra prófugo de la justicia. Sus dos hijos fueron detenidos y vinculados a proceso por delitos como desaparición forzada y narcotráfico. Todo quedó al descubierto cuando, en la recta final de la administración de Figueroa Mundo, la Policía del Estado, la Guardia Nacional y el Ejército Mexicano asumieron los trabajos de seguridad en el municipio de Taxco, a partir de un decreto emitido por la gobernadora.
Dicha decisión se tomó en el mes de agosto de 2024, cuando diez elementos de la Policía Preventiva Municipal fueron detenidos y posteriormente vinculados a proceso por la comisión de delitos como narcotráfico y desaparición forzada de personas.
Se procedió contra otros doce expolicías municipales por incurrir en actividades relacionadas con crimen organizado, de acuerdo con los reportes emitidos por la Fiscalía General del Estado (FGE).
A la relación de 22 exintegrantes de Seguridad Pública Municipal en Taxco, se sumó la detención de Mario y Marco Figueroa, los dos hijos del exalcalde taxqueño por los delitos de desaparición forzada de personas y narcomenudeo.