-Oran creyentes de Hogar Moderno en la procesión de Viernes Santo.

Por Ignacio Hernández Meneses.

Con el sol de la mañana de este Viernes Santo, cargando una pesada cruz barnizada, creyentes católicos arrastraron sus pasos para implorar que la violencia y las drogas se conviertan en alegría.
Recorrieron las calles río Grande, Lerma y Colorado y los hombres se iban turnando el enorme madero y las mujeres la imagen de bulto de la María la dolorosa, de negro, imponente, con lágrimas en los ojos.
Adelante, arrastrando sus huaraches el padre Gabriel Molina Hernández, de mérito Aguascalientes iba leyendo las Sagradas Escrituras del las 13 estaciones, ahí cuestionó el juicio injusto al que fue sometido Jesús de Nazareth, reprimido, torturado…
Se ve y se sentía la fé y esperanza de los creyentes, quienes de manera voluntaria iban leyendo los guiones de cada una de las estaciones.
Ahí, llamaron a que la violencia y las drogas imperantes en Acapulco, se conviertan en alegría. Esa violencia que no cesa como su fuera el pan nuestro de cada día.
Al filo del mediodía retornaron a la iglesia de San Antoyde Padua de la colonia Hogar Moderno para guardar el auto por Jesús de Nazareth que el Domingo de Resurrección regresará de entre los muertos.
Esta historia, continuará…

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