Por Isabel Ortega Morales/ SURIANA RADIO/ CEPROVYSA.COM
Chilpancingo, Guerrero., Junio 15-2025.- La Profesora Soco Catalán no puede contener las lágrimas, el recuerdo del homicidio de su hijo Alejandro Arcos Catalán es una punzada en el corazón, en el alma, en la mente, es un dolor que está ahí todo el día, toda la noche de su insomnio que ahora, dice, la lleva sola luego de la muerte de su esposo, el papá de Alex.
Sus manos están frías, su rostro afilado por la delgadez de la falta de hambre que la vigilia del dolor le causó tras la impresión del homicidio “de un hijo bueno, que nada malo le hacía a nadie”, la han dejado pálida, está enferma quizá como su familia donde el dolor se ha convertido en una compañía que tiene a Sandy y a su hijo Alex, alejada de todo y dice la Profesora Soco “¿yo, qué puedo hacer para consolarlos?”.
Es la mañana de domingo 15 de junio, en Guerrero y en México se celebra al Día del Padre, y con esa razón, recordando al joven padre que amó a sus hijos y procuró ser ejemplo para ellos, y en una de sus pasiones para mantenerse bien realizaba deporte y corría, se llevó a cabo una carrera con el slogan “¡que padre carrera!”.
Con esa carrera se mantenía el espíritu de Alex vivo, recordando la importancia de hacer deporte, como también convocar a llevar llaves metálicas para alcanzar la meta necesaria para erigir en honor de este joven, un monumento que nos recuerde no solo al joven Edil, sino su vocación pacifista.
Llevan cerca de una tonelada de metal, pero aún hace falta y estarán recibiendo este mes metales que permitan constituir el mensaje de paz que se levantará en nuestra capital.
La Profesora Soco da el banderazo de salida al entusiasta grupo de hombres, en su mayoría, y mujeres así como de adolescentes y aún niñas y niños que recorrerán un circuito de cinco kilómetros.
El dolor se agolpa en el rostro de la Profesora Soco, las lágrimas surcan las huellas del tiempo y de la tristeza que están ahí reflejadas, se ve tan frágil, que sostengo sus manos que dibujaban con el gis, letras en el pizarrón y con voz cálida alentaba a sus estudiantes a seguir adelante. Ahora esas manos que dan un banderazo de inicio de actividad han cubierto su rostro para ocultar su dolor ante su familia.
Esa mañana fresca en que las y los organizadores de la carrera, saludan a las y los asistentes, los recuerdos se agolpan en la voz de la Profesora Soco mientras observa el movimiento de la organización del evento, mientras su mirada se muestra agradecida ante cada persona que lleva una llave, un metal que levantará la imagen de una escultura de su hijo y les bendice.
Empiezan a llegar los primeros ganadores de la carrera, son varones. Arribarán después las mujeres y ella observa el esfuerzo realizado por los cerca de 400 participantes y más de cien asistentes.
El Presbítero Gamaliel, de la Iglesia de la Santa Cruz, lugar donde se veló al joven Alcalde de Chilpancingo, rubricó el sentir de Carlos Arcos en el llamado a hacer realidad un monumento para Alejandro señalando que Alejandro Arcos Catalán fue “un hombre de fe, de paz y de servicio”.
