En el mes de la Patria, septiembre, el pueblo mexicano ahoga gritos de dolor a partir de heridas que no terminan de cicatrizar. El mas reciente tiene una dolorosa herida producida por el incendio de una pipa de gas LP que deja 10 personas sin vida y más de 90 heridas.

Mientras los gobierno federal y de la CDMX daban discursos diciendo que se investigará, responsabilizando a la pipa de todo, olvidaban que lo que ocurra en sus territorios son su responsabilidad, volvió a manifestarse la gran solidaridad del pueblo mexicano que, como en septiembre de 1985, fueron los primeros en reaccionar para ayudar al rescate de personas afectadas.

Así en este hecho, decenas de vecinos y vecinas llevaron cubetas de agua, atendieron a las personas heridas, llevaron a hospitales gasas, vendas, alimentos, cobijas, abrazaban fraternalmente a los familiares, auxiliaron con sus equipos móviles, trasladaban a familiares de víctimas a distintos hospitales para dar con su paradero.

En Guerrero, el 13 de septiembre de 2013 los primeros en reaccionar ante el embate de la tormenta tropical y el huracán “Ingrid” y “Manuel” fue la sociedad que sostuvo una cruzada de ayuda estatal.

En el puente de la concordia, en Ixtapalapa se cansaban vecinos de denunciar el mal estado de las calles y avenidas, dos días después del accidente una brigada nocturna se dio a la tarea de rellenar los baches, luego de que se dice la pipa “tropezó” con algo y se volcó, que no debería estar ahí… un bache? Como el infarto al corazón de la profesora veracruzana que rodeada de un grupo criminal pedía a sus compañeros transportistas pagar la cuota, y la Gobernadora Nahle atribuyendo el hecho a un problema de salud y no a la inseguridad que es su responsabilidad atender.

La sociedad mostró que el tejido social del que está constituido está vigente, que es capaz de unirse en momentos de emergencia, como en momentos de injusticia. Que se convierte en un gestor social que se mueve sin poses y sin espera de una retribución electoral.

La sociedad mexicana ha dado muestras claras del significado de hacer un solo frente ante circunstancias que afecten al propio pueblo, sin esperar a que se lo pidan o indiquen.

La colaboración vecinal olvida en emergencias divergencias, divisiones, para hacer una sola mano que levante a sus conciudadanos del dolor, abraza a las víctimas y les profiere una palabra de aliento, tan necesario para fortalecer los espíritus desalentados de la circunstancia que viven.

Septiembre también es para Guerrero un recuerdo de gobernantes que coincidentemente partieron en este mes: Alejandro Cervantes Delgado (2000), José Francisco Ruíz Massieu (1994), Baltazar R. Leyva Mancilla (1991), Alejandro Gómez Maganda (1984)

Así, frente a la alegría de ser una Nación Independiente, frente al grito de ¡Viva México!, se une otro más, vertido desde la derrota de El Canelo ¡Ánimo!

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