Por Baltazar Jiménez Rosales

La falta de una reserva territorial del Ayuntamiento y el elevado costo de los terrenos que han propuesto los particulares es lo que ha retrasado la reubicación de al menos 300 familias de colonias de la zona norponiente afectadas por el deslizamiento de tierra o “reptación de ladera” que se registra en esa parte de la capital del estado.
Tras informar lo anterior, el titular de la Coordinación de Protección Civil del Ayuntamiento de Chilpancingo, Gustavo Vela Guevara quiso dejar en claro que la reubicación de estas 300 familias es un asunto prioritario para el presidente municipal, Gustavo Alarcón Herrera, quien continúa gestionando soluciones ante los gobiernos federal y estatal.
No obstante, recalcó que algunos predios que han sido ofrecidos para la reubicación de estas 300 familias, tienen precios “estratosféricos”, lo que ha complicado alcanzar acuerdos, aunque evitó confirmar que los dueños lo hagan deliberadamente al saber que el gobierno busca comprarlos.
En este sentido, Vela Guevara precisó que los predios ofrecidos alcanzan costos de entre 150 y 180 millones de pesos, lo que resulta realmente inalcanzable para el Ayuntamiento de Chilpancingo.
El funcionario municipal mencionó que como consecuencia de las gestiones del alcalde Alarcón Herrera ante las autoridades estatales y federales, en los próximos días podrían hacerse anuncios importantes sobre este asunto.
Adelantó, por ejemplo, que la Comisión Nacional de Vivienda (Conavi) contempla acciones específicas para la reubicación de estas familias, en una primera etapa que considera entre 280 y 300 nuevas casas, independientemente de que 21 familias ya fueron apoyadas por el FOVISSSTE a través de seguros de vivienda, mientras que casos vinculados a Casas Geo y a otra empresa se encuentran en trámite de solución.
Recordó que de acuerdo al censo realizado en la zona norponiente, son más de 700 las viviendas que presentan afectaciones diversas por el deslizamiento de tierra, aunque son 300 las que presentan daños estructurales que las hacen inhabitables, lo que representa a unas mil 200 personas directamente afectadas.
Vela Guevara insistió en que no es una falla geológica lo que se presenta en la zona norponiente, ya que “los estudios realizados por el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) confirman que es un deslizamiento lento de ladera, además de que las lluvias actúan como lubricante y aceleran el proceso, incrementando los daños”.
Destacó finalmente que brigadas municipales y estatales realizan recorridos permanentes en esta temporada de lluvias, para dar seguimiento a los riesgos y mantener informada a la población.

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