PROBLEMAS DIVERGENTES Y CONVERGENTESPbro. Jorge Amando Vázquez RodríguezPodemos decir que hay de problemas a problemas, no todos los problemas son iguales y no saberlos distinguir, no tener ideas claras al respecto podemos estar sepultados tratando de entender nuestra propia vida. Es por eso que se agradece la clasificación de los problemas que hizo G.N.M Tyrell emplea los términos “divergente” y “convergente” para distinguir los problemas que no pueden ser resueltos por el razonamiento lógico, en contraposición con aquellos que pueden serlo.Y es que precisamente el pensamiento lógico está sobrevalorado, y la vida no es lógica ni de lejos. En cuanto todo lo queramos racionalizar es un error de entrada, tal vez, entenderlo sin pero solucionarlo no, o no por lo menos en esta vida (que es muy corta, dicho sea de paso)En palabra de Tyrell lo entiende de la siguiente manera:“La vida sigue adelante por los problemas divergentes que tienen que ser “vividos” y se solucionan sólo con la muerte. Los problemas convergente por otro lado, son los inventos más útiles del hombre; como tales no existen en la realidad, sino que se crean en un proceso de abstracción. Cuando se resuelven la solución se puede escribir y transmitir a todos que la podrán aplicar sin necesidad de reproducir el esfuerzo mental necesario para descubrirla. Si éste fuera el caso de las relaciones humanas (de la vida familiar, de la economía, la política, la educación, etc.), bueno, no sé cómo terminar la frase. No cabría ninguna relación humana todas serían reacciones mecánicas y la vida sería una muerte viviente”, (citado en E.F. SCHUMACHER, Lo pequeño es hermoso, EDICIONES ORBIS, Barcelona 1983, p.100)En el planteamiento del problema tenemos que descubrir que la vida tiene los suficientes desafíos que tienen que ser “vividos”, así: “vividos”, descubrir que son parte del paquete con el que nacimos, que nos guste o no, ese es otro problema, desde esta perspectiva, estos problemas divergentes se solucionan con la muerte. Así, en cuanto a los problemas “convergentes” se solucionan con lo mecánico, con fórmulas, así como de una gran producción de los mismos: coches, aviones, aparatos electrodomésticos, digitales, etc., El problema consiste en querer aplicar las soluciones mecánicas con los que fueron solucionados los problemas convergentes a los problemas divergentes que tienen que ver con lo humano, sobre todo cuando olvidamos que cada vida es diferente y para colmo es definido como un misterio. O dicho en otras palabras: no hay una solución mágica que solucione los diferentes problemas humanos, que uno y otro se parecen pero no son iguales y además las circunstancias cambian dependiente de la persona que se trate. AMOR, BELLEZA, BONDAD Y VERDADY es que vivir es increíble pero difícil pues los problemas que aquí denominamos divergentes tienen que ser solucionados no de manera mecánica sino con la misma vida que todos compartimos. De qué elementos estamos hablando:“Los problemas divergentes compelen al hombre a esforzarse hasta un nivel por encima de sí mismo, demandas fuerzas que provienen de un nivel más alto y, al mismo tiempo, hacen posible su existencia trayendo amor, belleza, bondad y verdad dentro de nuestras vidas. Es sólo con la ayuda de estas fuerzas más elevadas como los contrarios pueden ser reconciliados en una situación vital”. (Schumacher, p.100)Estas fuerzas más elevadas son las que precisamente las que no están de moda en todas, -y cuando digo todas, me refiero a todas-, nuestras relaciones humanas. Ya no le apostamos al amor, la belleza, la bondad y mucho menos a la verdad. Cuando, aunque sea en teoría, son palabra que seguimos conservando siquiera en el diccionario pero no en la realidad, esto lo podemos observar cuando tratamos exclusivamente con problemas convergentes, que no conducen a la vida, sino, por el contrario, nos alejamos de ella. Esa fue la experiencia de Charles Darwin descrita en su autobiografía: “Hasta los treinta años e incluso después, muchas clases de poesía… me proporcionaban un gran placer y cuando era escolar me gustaba mucho Shakespeare, especialmente las obras históricas. También he dicho que en el pasado la pintura y la música me han dado un considerable placer. Pero desde hace muchos años no he podido leer una lírica de poesía. He tratado últimamente de leer a Shakespeare y lo he encontrado tan intolerablemente aburrido que me ha dado náuseas. También he perdido casi por completo el gusto por el arte y la música… Mi mente parece haberse convertido en una especie de máquina para deducir leyes generales en base a grandes colecciones de datos, pero no puedo concebir por qué esto ha causado la atrofia de esa parte de mi cerebro de la cual dependen las sensaciones más elevadas… La pérdida de ellas es una pérdida de felicidad y muy posiblemente pueda ser perjudicial para el intelecto y más probablemente aún para el carácter moral debido a un debilitamiento de la parte emocional de nuestra naturaleza”. (Schumacher, p.101)No podemos negar que nos hemos vuelto darwinianos: somos máquinas de hacer dinero que luego gastamos de manera endemoniada, todo es que llegue a nuestro bolsillo para convertirse en polvo que deja por lo veloz que lo desaparecemos. Nos hemos llenado de conocimientos, leyes, datos, noticias, que aunque sabemos que es una fuente de ansiedad las seguimos consumiendo vorazmente. Y es así que dejamos de lado las sensaciones más elevadas que son las que nos dan un sentido de la vida, que nos impulsa a enamorarnos de todo lo que hacemos, el amor a todas las personas que nos interesan. Sin darnos cuenta poco a poco perdemos en intelecto, el carácter moral, que para ciertos grupos lo han borrado para siempre de su vida. La muerte reina de manera imparable dejando miles de personas infelices.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *