Por Baltazar Jiménez Rosales
Con la inclusión del tema de la importación de granos, principalmente el maíz, frijol y trigo en el Tratado de Libre Comercio (T-MEC) con Estados Unidos y Canadá, el gobierno de la República termina de “darle en la madre al campo” mexicano, porque si de por sí lo tiene en el completo abandono, con la oficialización de la entrada del maíz transgénico al país será mucho peor.
Entrevistado precisamente en relación al Día Mundial del Maíz, el dirigente de la Liga de Comunidades Agrarias y Sindicatos Campesinos, Evencio Romero Sotelo, habló precisamente acerca de las protestas que ayer realizaron varias organizaciones sociales relacionadas con el campo, las cuales, dijo tienen su origen en la afectación que tienen los grandes productores de maíz de los estados del norte del país.
“Los estados del norte del país se ven muy perjudicados por la inclusión del tema del maíz en el Tratado de Libre Comercio Estados Unidos-México-Canadá; lo que están pidiendo, ellos como productores, es que los granos, como el maíz, frijol y trigo, sean excluidos del Tratado Internacional en razón de que no hay una competencia equitativa con esos países”.
Indicó que la idea es evitar la entrada del maíz transgénico a México, porque además de que es una competencia desleal, porque los productores del país no pueden competir con los de Estados Unidos y Canadá, la realidad es que este tipo de maíz que se importa de esas dos naciones destruye los maíces criollos.
En determinado momento, enfatizó, el hecho de que entre cada vez más maíz transgénico a México, “nos va a ser cada vez más dependiente de las empresas transnacionales.
Reconoció que México ya está inundado de maíz transgénico, sin embargo, destacó que todavía se puede hacer algo para rescatar el campo.
El objetivo de estas movilizaciones, señaló es que el gobierno federal destine los recursos suficientes y los que sean necesarios para impulsar el desarrollo del campo y no únicamente cuando sean elecciones, porque el 80 por ciento del presupuesto federal va destinado al financiamiento de los programas asistencialistas, entre ellos el de Fertilizante, Producción para el Bienestar y Sembrando Vida, pero no hay nada para la tecnificación del campo.
Desgraciadamente, mencionó, cuando Andrés Manuel López Obrador llegó a la Presidencia de la República desmanteló los 25 programas que se dedicaban a impulsar la tecnificación, producción, comercialización e industrialización del campo. En estos momentos el agro mexicano está abandonado a su suerte, insistió.
Romero Sotelo criticó el hecho de que además de que el gobierno federal mantiene en el abandono al campo mexicano, ahora pretende darle “en la puntilla” con la inclusión de la importación de granos en el T-MEC: “La soberanía alimentaria que tanto pregona la Cuarta Transformación es una falsedad”.

