En plena Conquista, 1519, Hernán Cortés, envió a Gonzalo de Umbría a buscar el mar, sería el Pacífico de la Nueva España; debería pasar por Tlachco, que era un pequeño poblado donde se comerciaban objetos de metal que se fabricaban en Tetelcingo.

Más tarde se mudó la comunidad a ese punto y nació Taxco, hoy de Alarcón; después llegaría a Zacatula, donde descubrió su rico yacimiento de perlas.

Informó al jefe conquistador y a partir de entonces, Zacatula se convirtió en el centro de la atención de Hernán Cortés, pues contaba con un puerto muy práctico, con una bahía que resguardaría la población de los vientos, Zihuatanejo.

Cortés escribió: “…Vinieron a esta razón los dos españoles que habían ido a la provincia de Mechoacán, por donde los mensajeros que el señor de allí me habrá enviado me había dicho que también por aquella parte se podía ir a la mar del sur, salvo que habría de ser por tierra de un señor que era su enemigo…”

Han tenido por muy cierto que descubriendo por estas partes la mar del sur, se habían de hallar muchas islas ricas de oro y perlas y piedras preciosas y especería, y se habrán de descubrir y otros secretos y cosas admirables.

Esto lo han afirmado y afirman personas de letras y experimentadas en la ciencia de la cosmografía; y con tal deseo y conque de mi pudiese vuestra majestad recibir en estos muy singulares servicios, despaché cuatro españoles, los dos por ciertas provincias y los otros dos por otras…”

Así nació el primer puerto marítimo en el Pacífico de la Nueva España, donde informaron los nativos que mantenían contacto comercial con indios que provenían de Quito, Ecuador, desde miles de años atrás. De mii libro, 1527, de Zihuatanejo a Indonesia.

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