Pedro Moreno, nació en enero de 1775 en la hacienda de Dagas, en Lagos, Jalisco, de familia acomodada. Aprendió la agricultura y ganadería en sus haciendas, y al comercio derivado de ésta. Se casó con Rita Pérez Jiménez, mujer valiente que participó en la guerrilla a favor de la causa insurgente.

En 1812, el hacendado se convenció de forjar un país distinto y, en su rancho en La Sauceda, organizó con sus campesinos una guerrilla que puso en jaque la zona del Bajío y Los Altos, en los actuales estados de Guanajuato y Jalisco.

En su persecución, el virrey envió al general Pedro Celestino Negrete, para aniquilarlo. Se enfrentó capitán realista José Brilanti y Álvarez, el que quemaba a los rebeldes, para derrotarlo a toda costa. Le secuestró a la hija pequeña de Rita y Pedro, le exigió su entrega. Los Moreno perdieron a su hija, pero no se rindieron.

En 1816 la guerrilla de Moreno se fortaleció en el fuerte de El Sombrero, donde el insurgente recibió a Francisco Xavier Mina y a Servando Teresa de Mier para continuar la lucha contra la Corona española. Huyeron ante el ataque de los realistas, refugiándose en el rancho de El Venadito.

Los hispanos de Pascual Liñán sitiaron a los valientes hasta el 27 de octubre de 1817, los insurgentes rompieron el cerco, pero fueron emboscados.

Xavier Mina cayó prisionero, Pedro Moreno prefirió luchar hasta morir antes de ser tomado preso. Fue decapitado: la cabeza mostrada como lección para quienes seguían en lucha.

En 1829, cambió el nombre de la región por el de Lagos de Moreno, honor al hombre que entregó todo por México. Sus restos se están en la Columna de la Independencia. FUENTE: Humberto López-Torres “El insurgente Pedro Moreno, héroe olvidado.