En 1822, se dio la consumación de la Independencia, Agustín de Iturbide fue coronado emperador del Primer Imperio. Se vio forzado a abdicar al trono por la presión de Antonio López de Santa Anna. Con su familia, huyó exiliado. Regresaron un año después, en calidad de traidores y fue fusilado.

La emperatriz Ana María Huarte de Iturbide emigró con sus hijos a Estados Unidos. Más tarde se fundaría el Segundo Imperio con Maximiliano, quien no tuvo hijos con Carlota, adoptó al nieto de Iturbide y su primo, uniendo a las dos familias.

Maximiliano fue ejecutado en 1867 y la familia Iturbide volvió a huir. En México se prohibieron títulos los nobiliarios. Pero los herederos del trono de México aún son tratados con honores y privilegios de la realeza en el extranjero.

La familia Von Götzen de Iturbide, encabezada hoy por el “príncipe imperial” Maximiliano, sería la legitima heredera al trono mexicano. En Europa son tratados como parte de la nobleza.

El empresario Maximiliano Von Götzen de Iturbide se nombra jefe de la Casa Imperial de México; reside en Australia con su familia. El papa Benedicto XVI lo recibió en el Vaticano como el “legítimo heredero al trono de México”.

De origen Rumano, está casado con María Anna de Franceschi, descendiente de la nobleza croata y veneciana. Tienen dos hijos: Fernando, segundo en línea al trono inexistente mexicano, y Emmanuela. FUENTE: Revista Caras.

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