El pasado 18 de noviembre fue el 73 Aniversario de que el nombre de Carmen Serdán Alatriste, está inscrito en Letras de Oro en el Muro de Honor del Salón de Plenos; de la otrora “Honorable” Cámara de Diputados.

De las 60 inscripciones, únicamente 5 están dedicadas a las heroínas que a la par de “los héroes que nos dieron Patria”, contribuyeron en las diferentes luchas y logros por alcanzar nuestra independencia y la creación de nuestra Nación. Estas son: Antonia Nava, Leona Vicario, Josefa Ortiz de Domínguez, Mariana Rodríguez del Toro Lazarín y Carmen Serdán.

Carmen es una de estas excepcionales mujeres reconocida como pieza importante en el inicio de la Revolución Mexicana.

Primogénita del matrimonio compuesto por Manuel Serdán Guanes y María del Carmen Alatriste Cuesta y nieta del General Miguel Cástulo Alatriste, nació en puebla el 11 de noviembre de 1873. Siempre resaltó sus ideales democráticos y luchó por los derechos humanos y la libertad. Se dice que ella y sus hermanos fueron prácticamente educados por su madre ya que el padre, se ausentaba por períodos prolongados.

Aún cuando los estudios “eran innecesarios” para una mujer, Carmen aprendió a leer y a escribir en una escuela particular llamada Colegio Teresiano. Para ella no fue necesario casarse y formar una familia, era más importante realizar todo tipo de acciones que apoyaran la causa antireeleccionista.

En el partido que lideraba su hermano Aquiles, Carmen usaba el pseudónimo de “Marcos Serratos”, y bajo esta identidad en forma clandestina, se dedicaba entre otras acciones a pegar por las noches propaganda contra la dictadura de Porfirio Díaz,.

Tras el episodio terrible del 18 de noviembre y todo lo que siguió, fue fiel a la causa. Después del golpe de Estado de Victoriano Huerta, continuó en la lucha revolucionaria apoyando a Venustiano Carranza mediante la Junta Revolucionaria en Puebla, desarrollando su acostumbrada labor de proclamación, propaganda y envío de mensajes y distribuyendo armas, luego se incorporó como enfermera de las fuerzas combatientes.

Cuando al fin triunfó el constitucionalismo, Carmen Serdán se retiró a la vida privada; murió el 21 de agosto de 1948, en Puebla, a la edad de 73 años.

17 días después de su muerte, el 7 de septiembre de 1948, por iniciativa de la Unión de Precursores de Veteranos de la Junta Revolucionaria de Puebla, a través del Diputado Blas Chumacero, presentaron a la cuadragésima Legislatura, la solicitud para la inclusión del nombre de Carmen Serdán en el Muro de Honor del Salón de Sesiones de la Cámara de Diputados del Honorable Congreso de la Unión.

Así pues, esa Legislatura, lo aprobó por unanimidad el 10 de noviembre de 1948.

Es así como el 18 de noviembre de 1948 fue publicado en el Diario Oficial, tres meses después de su muerte, el decreto del Congreso que a la letra dice:
Artículo único: “Inscríbase con letras de oro, en los muros del Salón de Sesiones de la Cámara de Diputados del Honorable Congreso de la Unión, el nombre de Carmen Serdán, paradigma del heroísmo de la mujer mexicana”.

Asimismo el decreto concede a la señorita Sara Serdán del Valle, una pensión de $20.00 diarios.

Amigos de Latitud Megalópolis, terminamos. Reciban un gran saludo. ¡Hasta la próxima!

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