EL PERDÓN A NALIHUALI, NUBES Y AGUA LE DEVUELVEN LA VIDA
Por: ARTURO RÍOS RUIZ
Loba Negra, dueña del pueblo, llamaba a jóvenes cada noche, hacía el amor con ellos y aparecían difuntos en barrancas, el pueblo sometido soportaba la situación y los cuatro viejos, pidieron ayuda a Solteo Alobes de Samachique, a 25 kilómetros del lugar. El Shaman más poderoso de la región.
Enviaron a Solpino, joven fuerte y corredor incansable, subía y bajaba cerros, hasta llegar a Solteo Alobes: “Te traigo memorias del viejo Lobullo. “Una mala mujer nos tiene sujetos, mata a jóvenes”. “Vamos, con quién sea, seré implacable”.
¿Es hermosa la sukúruame? Sí, muy bella ¿Es alta, ojos grandes y pelo negro? Sí; ¿Se llama Loba Negra? Si es ella gran señor.
Ya en Norogachi: “¡Naliwali! ¡Te llegó la justicia, vas a morir” gritó el Shamam! Fue un enfrentamiento largo entre ambos, parecía que no habría vencedor, pero finalmente, Solteo se impuso. Ataron el cuerpo de la bruja en un poste y le prendieron fuego hasta dejar cenizas alrededor …
El dios Onorúgame vio la escena, era su princesa y decidió que el castigo era suficiente y era el momento de darle una oportunidad. Maliwuali, era parte del viento y la acompañada una profunda soledad y comenzó a sentir arrepentimiento de sus males, hasta el llanto.
Era una nube blanca que se cargó de agua y presentaba negro profundo, eran sus culpas cargadas y sentía un inmenso dolor, apreció que pasaron muchos años, hasta que llegó el momento de descargar la malévola carga y se vació has que quedó resplandecientemente blanca otra vez.
Estaba perdonada y sería otra vez humana, pero distinta y sería una mujer bella y bondadosa que jamás recordaría su pasado en las dos fases, deidad y bruja maligna y estaría en condiciones de encontrar la felicidad. Extracto de mi libro Sobre las huellas.
FIN…