Tan sólo escuchar el término “discriminación”, nos lleva inmediatamente a pensar en aquellos penosos momentos en que pudimos percatarnos del trato desfavorable para alguna persona que no vestía igual que todos, que quizá no podía moverse al mismo ritmo que los demás, de aquella que no podía ver, hablar u oír, tal vez que no pensaba al igual que el resto o la persona que tenía alguna preferencia sexual distinta o tal vez a quien no podía valerse por sí mismo.

El Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación, la define como una práctica cotidiana que consiste en dar un trato desfavorable o de desprecio inmerecido a determinada persona o grupo, que a veces no percibimos, pero que en algún momento la hemos causado o recibido.

Nuestra Constitución, lo establece en su Artículo Primero, Párrafo Quinto, y de allí, se desprenden otros instrumentos que así lo confirman, entre ellas, la Ley Federal para Prevenir y Eliminar la discriminación y las leyes en la materia en cada uno de los estados, así como el Código Penal Federal, que lo considera como un Delito contra la dignidad de las personas y puede alcanzar hasta 3 años de prisión, más los agravantes.

Pero ahora, ¿De qué manera se puede cometer el delito de Discriminación?

Impedir el acceso a la educación por tener una discapacidad, otra nacionalidad o credo religioso.

Prohibir la libre elección de empleo o restringir las oportunidades de acceso, permanencia y ascenso en el mismo.

Establecer diferencias en los salarios, las prestaciones y las condiciones laborales para trabajos iguales.

Impedir la participación, en condiciones equitativas, en asociaciones civiles, políticas o de cualquier otra índole a causa de una discapacidad.

Negar o condicionar el acceso a cargos públicos por el sexo o por el origen étnico.

En éste punto, tal vez usted recuerde ahora a aquella persona con discapacidad, niñas, niños, personas indígenas, con VIH, no heterosexuales, con identidad de género distinta a su sexo de nacimiento, personas migrantes, desplazadas o refugiadas, que fue víctima de un trato discriminatorio.

Es importante mencionar los avances en éste tema, por citar el Programa Nacional para la Igualdad y No Discriminación 2021-2024, establece su visión a 20 años, que busca la construcción de una sociedad de respeto mutuo, de cobertura total de servicios, mecanismos inclusivos en la vida pública, esto para consolidar una sociedad que combata los estereotipos y estigmas, en la que las manifestaciones de odio e intolerancia tendrán una clara sanción social.

Recuerde, cuando usted sea testigo de una situación como ésta, avise de inmediato a la autoridad o a la persona responsable del lugar en dónde lo esté observando, juntos podemos hacer que la brecha del respeto, sea cada día más cerrada.

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