OLVIDOS DE LAS EMOCIONES
Por: NANE HERNÁNDEZ
Voy a comenzar este texto haciendo una analogía quizás un tanto absurda, pero realmente la considero necesaria…

En días pasados por cuestiones extraordinarias tuve que quedarme sin servicio de Internet y llamadas en mi móvil, las primeras horas lo vi como la peor de las desgracias, pero a medida que el tiempo comenzó a correr, comenzó a trabajar la idea en mi mente de que al menos por el momento esa era una realidad que no iba a poder cambiar, así que me día a la tarea de ver la manera de matar el tiempo, y comencé a poner el dedo aquí y allá dentro del que hasta ese momento creí era el pequeño menú de mi teléfono celular al que después de haberle adquirido meses atrás, no me había tomado la molestia de ver a detalle.
Y así de pronto me encontré teniendo una presentación formal con la única cosa que me acompaña en todo momento durante el día, y me vi descubriendo en ese aparato funciones y aplicaciones que ni siquiera había notado que tenía.
Permítanme decirles que me quede muy sorprendida de darme cuenta que aunque me declaro fan número uno de la era de la tecnología y las redes, ese día por una cuestión meramente accidental descubrí que tan necesario es estar siempre al día y pendiente de los pequeños detalles, incluso de aquellas cosas que creemos dominadas al cien por ciento.
Y entonces vino a mi mente la siguiente reflexión… Cuántas veces no vamos por la vida creyendo que conocemos muy bien a aquellos que nos rodean, y perdemos el gusto de seguirles descubriendo, movidos por la rutina y el hastío del día a día, nos olvidamos de interesarnos en las emociones y sentimientos de los demás, cuantos matrimonios hoy en día no se acaban por la falta de interés y atención, entre otras cosas claro está.
Damos por sentado que cubrir las necesidades básicas de la pareja y los hijos es suficiente para lograr un matrimonio de éxito.
Después pensé nos volvemos tan básicos en ocasiones que dejamos correr el tiempo en un cartucho de lo que creemos necesario sin ir más allá, en la búsqueda de aquello que no podemos ver a simple vista, pero que casi siempre nos ofrece una nueva y mejor posibilidad de vida.cuando tenemos un problema regularmente déjanos que el dolor y la autocompasión nos hagan presos.y el ruido que estos dos sentimientos causan en nuestro interior no nos permite escuchar la voz interior de fuerza que todos poseemos – La voz de Dios- que nos dice “sigue, saldrás de esto”.
Así como al quedarme sin Internet descubrí que mi móvil tenía muchas funciones, así tu en un momento de desolación y desesperanza puedes descubrir que eres capaz de grandes cosas, que tengo la certeza hoy mismo ni siquiera tienes idea de que están ahí, tal cual yo no sabia con respecto al teléfono.
Todas las situaciones y personas que están ahí en tu vida tienen un propósito dentro de ella y son pieza fundamental, solo tienes que darte a la tarea de descubrirlo y por que no deja que ellos también descubran en ti el propósito tuyo en la suya.