Redacción

SemMéxico, Ciudad de México, 22 de junio, 2022.- La Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) exhortó a las autoridades nacionales a desarrollar una investigación efectiva y exhaustiva para esclarecer el asesinato de los dos sacerdotes jesuitas ocurrido en Cerocahui, Chihuahua, y consideró urgente recuperar los cuerpos de las víctimas

En un comunicado, la representación del organismo internacional solicitó a las autoridades responsables de las indagatorias que consideren todas las líneas de investigación relevantes e identifique a los autores materiales e intelectuales del crimen.

Guillermo Fernández-Maldonado, Representante en México de la ONU-DH declaró que: “Ante estos crímenes aliento a los tres niveles de gobierno a implementar de manera efectiva el plan de contingencia que fue acordado en 2016 para prevenir y responder a los ataques contra personas defensoras y periodistas en el estado”.

Tras condenar el asesinato de los sacerdotes jesuitas Javier Campos Morales  y Joaquín César Mora Salazar que tuvieron lugar el pasado 20 de junio en la parroquia de Francisco Xavier, el organismo subrayó la necesidad brindar atención, apoyo y seguridad a la comunidad de Cerocahui, y demás lugares de la Sierra Tarahumara en situación de riesgo.

Por lo que se pronunció por establecer  medidas de protección inmediatas, efectivas y concertadas con las mismas comunidades, que permitan proteger la vida e integridad de quienes las habitan y acompañan, tomando en consideración que están ubicadas en zonas aisladas y con una fuerte presencia indígena lo que las hace más vulnerables

“El asesinato de estos dos reconocidos sacerdotes nos recuerda la situación de violencia extrema y vulnerabilidad que enfrentan las comunidades de la Sierra Tarahumara en Chihuahua”, dijo Fernández-Maldonado.

La Oficina del Alto Comisionado mencionó que, de acuerdo con información pública,  los hechos se registraron cuando los sacerdotes jesuitas intentaron auxiliar y brindar protección a un hombre que entró a la iglesia huyendo de personas armadas.

Apuntó que ambos sacerdotes eran parte del equipo de religiosos y laicos que están en la Sierra Tarahumara, donde realizaban un importante trabajo social y pastoral que, entre otras líneas, incluye fortalecer la cultura de la comunidad Rarámuri en todas sus dimensiones y la preservación del medio ambiente.

Finalmente, la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas expresó  su solidaridad con las familias de Javier y Joaquín, con la comunidad de Cerocahui y con la Compañía de Jesús e insta a las autoridades a romper el círculo de violencia extrema que afecta a las comunidades de la Sierra Tarahumara.

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