Mensaje de la Conferencia del Episcopado Mexicano, la
Conferencia de Superiores Mayores de Religiosos de México y la
Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús
TEJER EN CRISTO NUEVAS RELACIONES:
DE LA FRAGMENTACIÓN A LA UNIDAD
A los obispos, sacerdotes, vida religiosa, fieles y personas de buena voluntad
de México.

2022.07-Carta-a-la-Iglesia-de-México


Oremos juntos por la justicia y la reconciliación para la paz.
Los asesinatos y desapariciones que diariamente se cometen en el país son
un llamado de Dios a unirnos para pedir por la paz. La sangre derramada de estos
hermanos y hermanas es la sangre de Jesús que cae a la tierra para hacerla fértil y
emprender un camino por la paz.
Por eso convocamos a una Jornada de Oración por la Paz. Necesitamos
estar unidos en este momento en que la indignación de nuestro pueblo, ante la
barbarie de la violencia, nos están abriendo una puerta para la paz.
Son cuatro las acciones que les pedimos:

  1. En todas las misas a celebrarse el próximo 10 de julio hacer memoria de todos
    los sacerdotes, religiosos y religiosas que han sido asesinados en el país y
    ofrecer la intención de la eucaristía por su vida para que su dolor nos
    acompañe en este camino por la paz. En los templos se pueden colocar
    fotografías de estos hombres y mujeres que han dado su vida por el pueblo
    de Dios y han recibido la muerte violenta.
  2. Este mes de julio les pedimos celebrar misas o realizar oraciones
    comunitarias en lugares significativos que representen a todas las personas
    que han desaparecido o sufrido una muerte violenta, sean homicidios
    dolosos, feminicidios, activistas sociales o cualquier otra persona en
    situación de exclusión o vulnerabilidad, ahí existe una herida que sanar y ahí
    está la fuerza que hoy necesita el país para construir la paz. Hacer memoria
    de la muerte y resurrección de Jesús, en estos lugares, transformará el miedo
    en fuerza para construir la paz.
    Como signo profético de nuestra Iglesia, las eucaristías del día 31 de julio
    pidamos por los victimarios, oremos por sus vidas y la conversión de sus
    corazones, tendamos la mano para recibirlos con el corazón arrepentido a
    la casa de Dios. Ellos también son nuestros hermanos y necesitan de nuestra
    oración. No más violencia en nuestro país.
  3. Cada Diócesis, Congregación Religiosa o Parroquia, definirá las acciones a
    emprender para abonar a este camino para la paz, como son horas santas,
    procesiones por la paz, mensajes al pueblo de Dios. Hoy necesitamos
    historias de esperanza, imágenes donde veamos a la comunidad orando y
    pidiendo por la paz. Les pedimos difundir sus acciones en las redes sociales.
    Nuestra apuesta es por el diálogo social para construir un camino de justicia
    y reconciliación que nos lleve a la paz. Queremos abrir horizontes de diálogo para
    construir la paz. Estamos delante de un problema complejo que necesita de todos
    y todas para atenderlo desde la raíz y así dejar que el Cristo Resucitado haga surgir
    una nueva mirada que permita construir los acuerdos que hoy México necesita.
    Nos encomendamos a la Virgen de Guadalupe, quién siempre ha
    acompañado al pueblo de Dios en los momentos más difíciles de su historia. Ahí
    está la madre que nos regala un abrazo de paz y nos envía a ser peregrinos de la
    esperanza y unidad.
    Ciudad de México, a 4 de julio de 2022.
    Por la Iglesia de México,
    Rogelio Cabrera López Ramón Castro Castro
    Arzobispo de Monterrey Obispo de Cuernavaca
    Presidente de la CEM Secretario General de la CEM
    Hna. Juana Ángeles R. P. Luis Gerardo
    Zárate Celedón, CSC Moro Madrid, SJ
    Presidenta de la CIRM Prepósito Provincial
    Compañía de Jesús en México

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