El ineludible enroque en la Junta de Coordinación Política (Jucopo) de la LXIII Legislatura Local se ha convertido en una farsa de carpa de pueblo, en donde la forma de resolver este entuerto el “Sancho calentano” en alusión al gobernante de la imaginaria Insula Barataria, Sancho el fiel escudero de Don Quijote, lo busca resolver a su autóctono criterio político anulando su Ley Orgánica del Congreso, haciendo uso de su perversidad para favorecer a quienes logren y le hagan la mayor genuflexión.

Con el criterio de un cacique político Félix Salgado Macedonio buscó de facto manejar desde lo oscurito el cambio de la presidencia de la Jucopo, al convertirsele una piedra en el zapato el actual titular diputado Alfredo Sanchez Esquivel, a quien protegió de su falso origen indígena, durante todo este Primer Año, y que se le volvió un estorbo. Para ello utilizó el mejor modo con el que sabe hacer las cosas de la “cosa pública” en lo oscurito para apuntalar a la diputada Yoloczin Domínguez Serna con la cuál buscó realizar “un gambito de dama” pescando peón por peón, pero no contaba con todos los recursos necesarios para encumbrar a su protegida, y enfrenta hoy literalmente una “rebelión en la granja” de la cuál va a salir muy mal librado, y más allá de ella, a su propio partido y a la opinión pública que a él ya lo toma como “él porqué” se asume cómo el “Comendador”.

El asunto no es de botox ni de sensualidad, es de política, y su candidata por más que la proteja no tiene experiencia, ni capacidad para manejar el poder legislativo del estado. Su actuación hasta hoy en su ya segundo periodo como diputada deja mucho que desear, su incompetencia es de uso común en su quehacer legislativo, además y muy seria es la división interna de la fracción de Morena en el Congreso, como la presión silenciosa de la oposición que sin lugar a dudas hará el trabajo de zapa para impedir semejante atropello…aunque sea un CERO a la izquierda, hoy lo va hacer valer.

No es cuestión de hormonas, ni mucho menos de género, hoy vemos cómo le está yendo a Acapulco y al propio Chilpancingo, el Congreso del Estado no está para aprendices, ni mucho menos el estado, cuando hasta hoy, a un tercio del camino ha mostrado un absurdo retraso, opacidad, y sería corrupción en todos sus órganos de transparencia, a tal grado que antes del cambio y en pleno periodo de vacaciones y con el inicio del Segundo Periodo de Sesiones programado para el próximo 20 de Agosto, los temas torales difícilmente serán resueltos, el nombramiento del Auditor, y ahora está bomba de tiempo, desatada a destiempo, …sin contar el problema de los desplazados y los acuerdos sin resolver del problema irresoluble de la Ceteg. Quién o quiénes pagarán los platos rotos si Félix se equivoca.

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