Terapistas, enfermeras y personal de apoyo del Centro Estatal de Rehabilitación de Tecámac (CER), hacen un enérgico llamado al gobernador del Estado de México, Alfredo del Mazo Maza, para que resuelva casos de hostigamiento y acoso laboral al que son sometidos por funcionarios de ese establecimiento mexiquense.

Las víctimas laborales señalan a la coordinadora, doctora María del Carmen Méndez Díaz, al Jefe Terapéutico, Anayn Yessica Sánchez Falcón y a la Jefa de administración, Mirna Loperena Sánchez como principales acosadores laborales.

Señalan los quejosos que de manera arbitraria, inhumana, discriminatoria las autoridades cotidianamente los someten a altos niveles de estrés laboral a través de amenazas e insultos al hacer notar sus datos personales sensibles frente a los pacientes, de manera discriminatoria.

Los quejosos advierten que las prácticas de hostigamiento y acoso laboral más frecuente son ocultar expedientes de menores de edad y mencionar a sus familiares que fueron extraviados por irresponsabilidad de los terapistas, enfermeras y personal de apoyo que no es afín a ellos y que por “culpa de ellos no recibirán atención”.

Hicieron notar que han girado diversas quejas al director de finanzas, planeación y administración del DIFEM, Claudio Daniel Ruiz Massieu Hernández, quien les promete acudir a supervisar las denuncias y hasta la fecha ha sido omiso y permisivo, “quizá porque los funcionarios provienen del TELETÓN y por ello son intocables”.

En tanto, en el transcurso de la semana que entra los quejosos acudirán a la PROFEDET para que sean atendidos de manera directa por autoridades competentes en materia laboral y sean reinstalados pese a renunciar motivados por presiones derivadas de los abusos laborales y mejoren las condiciones de vida de quienes ahí laboran.

Los servidores del CER están preocupados debido a que por los altos niveles de estrés al que son sometidos puedan generar iatrogenias en la salud de los pacientes, familias u otras personas, de manera no intencional, que puede provocar desde un ligero malestar emocional hasta la propia muerte.

Señalan que ya han ocurrido casos de los llamados “eventos centinelas” con la utilización de endoesqueletos, donde un paciente perdió el funcionamiento de sus extremidades inferiores, hechos que, sin embargo fueron ocultados porque el terapista responsable es incondicional de las autoridades del CER Tecámac.

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