La masacre de San Miguel Totolapan sin lugar a dudas se convirtió en el punto de inflexión del Primer Año de gobierno de Evelyn Cesia Salgado Pineda, pero es también el punto de partida de toma de decisiones fundamentales que de inicio le han afectado por completo por la percepción de la dualidad de su gestión y al término de su primer año de gobierno se obliga a dar una vuelta de timón como antesala de un desafío mayor que ya le exige su pueblo, los guerrerenses.
A días de rendir su Primer Informe de gobierno Evelyn está obligada a generar tanta certidumbre como sea necesaria para desactivar a los grupos que públicamente sin rubor alguno
después de asesinar a mansalva a las autoridades municipales de San Miguel Totolapan, y hasta tener el descaro de presentarse ante la opinión pública cuales “influencers del mal”, en tanto la población no solamente la afectada directamente y que hoy lloran a sus muertos viven bajo la presión de las ondas de expansivas producto de los violentos hechos como de su abandono y vulnerabilidad, hoy se encuentran como rehenes de las fuerzas públicas, que más parecen púnicas, de las cuales siempre han desconfiado. Y con mucha razón.
Cuantos profesores, médicos e ingenieros se encuentran trabajando en esa zona del miedo, cuántos por cada mil habitantes. Así se han abierto cuarteles y zonas de observación y retenes militares, en tanto las escuelas se cierran, y se vive bajo una literal seguridad militar, dónde los civiles por el abandono oficial se volvieron y son carne de cañón de la delincuencia organizada, que sin lugar a dudas le ha puesto “el cascabel al gato” al gobierno, donde la inseguridad por falta de estrategias y voluntad política es el pan de cada día.
Su Primer Informe, de Evelyn debe llevar el carácter de un profundo cambio, de una determinación tajante de que ella, su gobierno y pueblo no están dispuestos a vivir bajo la sombra del terror, la zozobra, el miedo y la violencia, sino levantarse con la seguridad de tener una vida con plena certidumbre que también debe ser un territorio de gobernanza y sustentabilidad para los guerrerenses.
Corregir totalmente el rumbo, cambiar lo que no funciona, despedir a quien no cumple y que son muchos que hacen como que trabajan y cuya lealtad está comprada políticamente, y no es a ella a quien la tienen.