SURREALISMO POLÍTICO

“LA MAÑANA DE LOS CUCHILLOS LARGOS”

MARTÍN MARTÍNEZ OLVERA

Domingo 27 de noviembre de 2022

Este lunes de finales de noviembre de 2022 no es una mañana igual a las anteriores mañanas de noviembre. Este mes ha sido usado por la ciudadanía para hacer escuchar su voz a través de movilizaciones, unos intentando romper el silencio del miedo y otros más, excluyendo a los que asisten por convicción, aplicando el miedo.

Intentando mantener la objetividad en ambas movilizaciones encontraremos que en la del 13 no faltaron quienes nunca habían salido a las calles a participar, e hicieron de su presencia una marcha como lenguaje político y como una forma de hacerse escuchar en el contexto de protesta. La de este 27 se movió en un porcentaje que acudió por creer que era lo correcto en acudir al llamado de su Presidente para darle respaldo, y otro más para quedar bien con el poder fáctico local y de la misma Ciudad de México.

Respetables ambas marchas como un ejercicio de manifestación social y ciudadana, el cierre del que fue convocado desde el gobierno no contó con el aliciente de que al final, pudieran conciliarse a un solo México a partir de la consciencia política gobernante.

Así quedó de manifiesto con el discurso del líder político de MORENA, que gobierna como Presidente de este país que nos mostró que no está interesado en que esta nación camine de la mano de un proyecto político que respete a todas y todos, sino en uno que divide al país en fifis y chairos, en ricos malos y pobres buenos, en la cohesión por la dádiva, en la promesa de un cargo, y en la de querer mantener la dignidad sin ser descalificado como contrario por pensar de manera distinta al manual de adoctrinamiento.

Bastaron dos marchas para ver al país lejos de la cordialidad y que frente a una constante gota de odio no se puede cosechar sino lo mismo, odio. Así lo sintió Ebrard en un escupitajo que vino de la propia marcha, en los abucheos a Ricardo Monreal llamándolo “traidor” por acudir a realizar su chamba y no estar en el vítore popular, cuando él ha sido traicionado por los usos y costumbres que está instituyendo el gobierno.

Una marcha que también el poder tiene que medir por el número de autobuses rentados para trasladar contingentes, por las relaciones de asistentes que  hacían un registro y pase de lista, por las tortas distribuidas por la Jefa de Gobierno Capitalino, Claudia Sheibaum y la Secretaria de Cultura, Alejandra Frausto, todo para saber que aquellas y aquellos voluntarios que buscaron el arribo al poder de Andrés Manuel López Obrador pagando sus propios traslados, no fueron, en esta ocasión en la misma cantidad.

¿Qué viene después de este marcha para el país, cuando quienes toman decisiones se llevaron a MORENA a los sectores del PRI, a las Tribus del PRD, y buscan establecer una pirámide de mando unipersonal?.

Esta mañana parece que los perros olfatean el olor del hierro forjado de los cuchillos, que si bien no se espera sea de manera literal, si saldrán para intentar acabar con una clase política que se opone al Maximato construyendo con autoengaños su pedestal.

La operación colibrí de 1934 que acabó en una noche con los opositores a Adolf Hitler, se asomaran en las sonrisas de sarcasmo que refleja confusión de la realidad del poder para cobrar facturas? El discurso de la marcha que empezó siendo de la revancha, pasó a la de la esperanza y terminó de festejo de los 4 primeros años de mandato de Andrés Manuel, no tiene visos de prudencia, de altura de miras político, de aliento para un país que busca salvarse de la crisis de la pandemia y una crisis política y económica de un grupo que, finalmente, tiene el poder pero no ha sabido gobernar.

La espera del otro sector en que está dividido ya el país, no está acabado, ambos, el poder y la sociedad se necesitan, pero también requieren respeto, lo que está haciendo falta. Surrealismo?

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