Colegiado sacerdotes Chilpancingo- Chilapa

Cristo sufre pacientemente, para que todos podamos ser como Él. Comenta San Gregorio
Nacianceno:
«Vengamos a ser como Cristo, ya que Cristo es como nosotros. Lleguemos a ser dioses
por Él, ya que Él es hombre por nosotros. Él ha tomado lo que es inferior para darnos
lo que es superior. Se ha hecho pobre para que su pobreza nos enriquezca (2 Cor 8,9);
ha tomado forma de esclavo (Flp 2,7) para que nosotros recobremos la libertad (Rom
8,1); se ha abajado para alzarnos a nosotros; aceptó la tentación para hacernos
vencedores; ha sido deshonrado para glorificarnos; murió para salvarnos y subió al
cielo para unirnos a su séquito, a nosotros que estábamos derribados a causa del pecado»
(Sermón 1,5).
En la Carta a Diogneto leemos:
« (…) Dios no sólo amó a los hombres, sino que también fue paciente con ellos. Siempre
lo fue, lo es y lo será: bueno, benigno, exento de toda ira, veraz; más aún Él, es el único
bueno. Después de haber concebido un designio grande e inefable se lo comunicó a su
único Hijo.
Mientras mantenía oculto su sabio designio y lo reservaba para Sí, parecía abandonarnos
y olvidarse de nosotros. Pero, cuando lo reveló por medio de su amado Hijo y manifestó
lo que había establecido desde el principio, nos dio juntamente todas las cosas: participar
de sus beneficios y ver y comprender sus designios. ¿Quién de nosotros hubiera esperado
jamás tanta generosidad?
Dios, que todo lo había dispuesto junto con su Hijo, permitió que hasta el tiempo anterior
a la venida del Salvador viviéramos desviados del camino recto, atraídos por los deleites
y concupiscencias, y nos dejáramos arrastrar por nuestros impulsos desordenados… Nos
dio a su propio Hijo como precio de nuestra redención: entregó al que es santo para
redimir a los impíos, al inocente por los malos, al justo por los injustos, al
incorruptible por los corruptibles, al inmortal por los mortales…
« ¡Oh admirable intercambio, mediación incomprensible, beneficios inesperados: que la
impiedad de muchos sea cubierta por un solo justo, y que la justicia de uno solo justifique a tantos impíos!» (Diogneto 8).
Unas ocho veces ha comentado San Agustín este pasaje evangélico:
«Demuestra que tienes amor al Pastor amando a las ovejas, pues también las ovejas son
miembros del Pastor. Para que las ovejas se conviertan en miembros suyos, fue conducido
al sacrificio como una oveja (Is 53, 7); para que las ovejas se hicieran miembros suyos, se
dijo de Él: He aquí el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo (Jn 1, 29). Pero,
grande es la fortaleza de este Cordero. ¿Quieres conocer cuánta fortaleza mostró tener?
Fue crucificado el Cordero y resultó vencido el león. Ved y considerad con cuánto
poder rige el mundo Cristo, el Señor, si con su muerte venció al diablo. Amémosle,
pues; nada tengamos en mayor aprecio» (Sermón 225,1-2).
II. MAGISTERIO
CEC 604-609: Jesús, el Ángel de Dios que quita el pecado del mundo.
CEC 689-690: la misión del Hijo y del Espíritu Santo.
III. COMENTARIOS DE ALGUNOS SACERDOTES
Líneas: 1.- Siervo de Yahvé. 2.- Luz de las naciones. 3.- Cordero de Dios. 4.- Dar
testimonio de que es el Hijo de Dios; dejarse conducir por el Espíritu Santo.
Siervo, Luz, Cordero son títulos llenos de simbolismo.
Tarea del bautizado es mostrar la identidad de Jesucristo.
Hay que conocer la teología judía: descubrir qué significa ser siervo de Yahvé, luz de las
naciones y cordero de Dios.
El siervo de Yahvé. Más de un judío se ha convertido aplicando lo del siervo de Yahvé a
Jesucristo.
En el contexto empresarial se habla del servicio. Al Papa se le llama siervo de los siervos.
“La fuente de la neurosis es el individualismo y egoísmo” –Emma Godoy-. La neurosis
no tiene cura, pero una forma de sobrellevarla es mediante el servicio.
Sentido religioso: “quita el pecado del mundo”, “en él se posó el Espíritu Santo”.
No hay que hacer proselitismo, sino que hay que dar testimonio de Cristo.
Mandar a la gente, después de confesarla o dirigirla espiritualmente, al sagrario.
En las redes sociales no hay que buscar llamar la atención nosotros, sino mostrar a Cristo
el salvador. No hay que ser presbiteroscéntricos sino cristocéntricos, teocéntricos.
Estar convencidos de Cristo, ser testigos con obras y palabras, como Juan Bautista.
“Tú eres mi siervo Israel”. Juan señala a Cristo no para que lo vean sino para que
descubran qué hace. Quita el pecado del mundo. Juan presenta a Cristo al mundo como
su liberador del pecado.
El hombre puede cometer muchos pecados, pero no se los puede quitar. Por una gracia
Dios los quita; Dios quita la carga que no nos deja estar. Cristo quita la carga que el
hombre no puede quitarse; Cristo lo hace para que el hombre no muera. El hombre muere
irremediablemente si no se le quita el pecado.
La grandeza de Cristo es que nos hace vivir y nos deja vivir.
Los sacrificios no fueron suficientes; por eso Cristo viene al mundo en persona para pagar
la deuda que se lleva por el pecado original.
Teología del cordero en el Antiguo Testamento: el cordero sin defecto, sin pecado.
Tenía que venir alguien sin pecado para quitar el pecado. Si no fuera por Jesús no
podríamos quitar, suprimir el pecado.
Los sacerdotes somos pecadores, pero contamos con la autoridad que Dios nos da para
quitar el pecado y las personas vuelvan a iniciar su vida.
La grandeza del amor de Cristo es que muere por el hombre para que el hombre pueda
salvarse. Quita la enemistad y nos da la amistad; quita la división y nos ofrece la
reconciliación.
El cordero es para purificar. La aspersión de la sangre es aspersión de vida, porque la
sangre tiene la vida. Se entendía que era lo único para desmanchar el alma y así lograr la
purificación con Dios. Por eso los judíos no consumen la sangre.
En el levítico dice que en la sangre está la vida, pero en el NT se dice que todos los
alimentos son buenos.
Cristo da su sangre, es decir, da su vida pero para salvar al hombre. Cuando a Jesús le
escurre la sangre en la cruz, ven que realmente se está borrando el pecado del mundo. Por
eso Jesús tuvo que dar el cuerpo y la sangre; antes se ofrecía cualquier cosa para alcanzar
el perdón; ahora hay que ofrecernos a sí mismos, como Cristo.
El cordero del AT es solo figura de Cristo Cordero de Dios, quien nos lava a través de los
sacramentos.
Chrsterton se hizo católico precisamente porque en la Iglesia se perdonan los pecados.
Freud decía que los católicos no sabemos lo que tenemos con el sacramento de la
confesión.
El pecado original fue un gran pecado, tan fuerte que pasó a las futuras generacion lo alcancé yo porque es un pecado que se expandió por una fuerza enorme.
Cristo descendió a los infiernos para salvar también a Adán de las consecuencias de su
pecado.
Para los judíos el cordero es lo que más simbolismo tiene; para nuestra cultura mexicana
es la flor.
Más que regañar hay que motivar a nuestros fieles a avanzar en su búsqueda y seguimiento
de Cristo; animarlos a ser cada vez mejores servidores en la fe, no solo altruistas; eso es
más que ofrecer una flor o una cooperación, ejemplo: los catequistas y coordinadores de
grupos que ofrecen su tiempo, sus carismas y no les pagamos económicamente.

IV. AVISOS
Para el Domingo de la Palabra 22 de enero se sugiere presentar a nuestros laicos que
laboran más en la divulgación de la Palabra de Dios, por ejemplo, a los celebradores de la
Palabra, a los Ministros extraordinarios de la comunión, monaguillos, coros, catequistas,
coros, darles la bendición especial y sus nombramientos como ministerios reconocidos.
Al resto de los que asistan a Misa, enseñarles a localizar al menos el evangelio del día en
su Biblia. Hacer la bendición de biblias con mucha agua bendita.

Chilpancingo, Gro., enero 13, 2023.

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