TERCER DOMINGO ORDINARIO Ciclo A
2023
Colegio de Sacerdotes Diócesis Chilpancingo- Chilapa

CEC 551, 765: la elección de los Doce.
CEC 541-543: el Reino de Dios llama y reúne a judíos y gentiles.
CEC 813-822: la unidad de la Iglesia.

I. LLAMADOS A COLABORAR CON EL REINO DE DIOS
“No construimos el reino de Dios sino que lo aceptamos y nos convertimos” –José
Martín Descalzo.
El Reino de Dios ya está entre nosotros, por eso solo nos queda aceptarlo.

Estamos llamados a aceptar el Reino.

Los griegos eran buscados como maestros, en cambio Cristo elije a sus
discípulos.

Discípulo significa “el que quiere aprender”.
“Vocare”, más que “llamar”, significa “crear”. Cristo en los apóstoles “crea”
hombres nuevos para el reino de Dios.

Saber cultivar las vocaciones para el Seminario.

Cristo elige y capacita, por eso llama a los que no saben leer, escribir, pero tienen
disposición.

También hoy los más colaboradores para el reino son los que tienen
voluntad y por ello se van capacitando.

Cafarnaúm es el centro de operaciones de Cristo. Cristo no empieza en el templo
ni en el centro del país que es Jerusalén sino en las periferias, lugares propensos
a la violencia, donde hay más pobreza…

II. COLABORAR EN UNIDAD COMO CRISTIANOS

Pablo, Pedro, Apolo… son colaboradores, no dueños del Reino.

Hacer real el deseo de Cristo que todos sean uno.

Lema de la semana de oración por la unidad de los cristianos: Haz el bien, busca justicia (cf. Is 1, 17).

Es un falso ireneismo querer conseguir la paz a como dé lugar.

III. DOMINGO DE LA PALABRA DE DIOS

Resabios de la epifanía: Cristo es luz en medio de las tinieblas.

Comenzó Jesús a predicar. “No me envió cristo a bautizar sino a predicar” (1 Cor
1, 17).

Es lo que continuamente hacemos: la predicación de la palabra de Dios.

La Biblia no es libro de información sino de formación. Nos falta estudiar la
Palabra de Dios a conciencia; se busca conocerla pero nos falta vivirla más como
se debe.

La predicación requiere una preparación. Es un error muy serio presentarse a
predicar sin haber preparado nada.

Nos falta una capacitación para la interpretación correcta de la palabra de Dios,
para no decir lo que no es, ni decir lo que queremos nosotros pero Dios no lo
quiere.

Necesitamos una revelación de Dios en cada uno de nosotros. Hay que
entrar en la dinámica divina para decir lo que Dios quiere y no decir cosas en
nombre propio nada más.

Dar a conocer a Dios desde la raíz de la Palabra.

La buena noticia es que siempre parezca nueva la Palabra de Dios. Si nuestra
predicación es rutinaria, muy intelectual, pero no toca la vida de la gente, no se
logra la “metanoia”. La Palabra ha de preparar la conciencia de la gente para que
se disponga a la conversión.

Tenemos un compromiso muy delicado con Dios.

Ya no hay que contentar a la
gente con cualquier dulce.

La Palabra ha perdido fuerza porque a veces la relacionamos con asuntos que no
logra iluminar ni convertir, por ejemplo con ciertos asuntos de la política tan
desviada de los valores.

Encaminar a la gente a conocer la Palabra de Dios. Ser apasionados y crear
círculos bíblicos, entre otras actividades para propagarla.

Hacer la bendición de las biblias, la entronización de la Biblia, enseñar a la gente a
darle un lugar a la Biblia en sus casas, enseñarles a buscar los textos de la Misa,
al menos el evangelio y que a partir de la Palabra surja la reflexión exquisita.

Que la gente lea la Palabra en la Biblia, no en el misal mensual, porque los misales se tiran.

Hacer enamorar a la gente de la Palabra de Dios.

Promover las escuelas de decanato y de zona para la formación de lectores y
acólitos instituidos, como lo indica la “Aperuit Illis”.

AVISOS

  1. Pedir ayuda a quien se le complica reservar para el curso de actualización
    de Acapulco.
  2. Participar en la Peregrinación a la Basílica.
  3. Celebrar el Día de la fundación de la Diócesis. Aunque es el 26, para
    hacerlo con más gente, hay que hacerlo el domingo 29.
  4. Lunes 06 de febrero Misa de Aniversario del P. Vital Alonso a las 12 h en el Seminario.

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