Por Abel Miranda Ayala (Texto y foto)

Chilpancingo, Guerrero., Marzo 31-2023.- Visitar el zócalo de Chilpancingo y no pasar a disfrutar un agua de frutas en el puesto de la güera, es como ir a Acapulco y no ver el mar, como comprar rosas sin olor, o comerse un platillo sin sal, y es que desde hace más de medio siglo que la venta de aguas preparadas ha sido una tradición que nadie sabe cómo inició, pero que la güera “Licha Mallares” mantiene viva.

Felicitas Mallares Armenta, (La Güera) es la heredera de una tradición que en su familia inició su madre Adolfina Armenta Villegas, hace 57 años, inicialmente en un puesto cerca del palacio de gobierno, pero que durante la remodelación del zócalo en 1985 se les reubicó en el espacio que actualmente ocupa a un costado de la catedral de la Asunción.
Sin embargo ella reconoce que no fueron los primeros en vender aguas de frutas, cuando su madre inició, ya habían al menos otras dos vendedoras que en ese momento no preparaban mucha agua, la preparaban al momento que alguien la solicitaba, “en mi caso yo era aún pequeña cuando se hizo la modificación del zócalo y nos trajeron a este lugar, desde entonces ya se hacía el agua en vitroleros, igual que la seguimos preparando actualmente”.
La Güera explicó que de manera personal trata de mantener el servicio igual que lo hacía su madre utilizando 100 por ciento fruta, sin colorantes, ni saborizantes artificiales, “de por si ya la fruta trae químicos que le ponen para hacerla madurar, por eso nosotros tratamos de hacer todo natural”.
Sus sabores son de frutas simples, naranja, guayaba, fresa, maracuyá, guanábana, melón entre otras, pero a gusto del cliente los sabores se pueden mezclar, es decir que te puede servir naranja con maracuyá, por ejemplo, que es una combinación que la gente pide mucho.

Felicitas explicó que se hace 37 años cuando los pasaron al sitio que actualmente ocupan, eran varios puestos de aguas y competían en igualdad de circunstancias porque las hacían de igual manera pero con los años su competencia ha cambiado, convirtieron la venta de aguas tradicional en productos industrializados que se hacen con esencias, mientras que ella sigue realizando todo con fruta fresca.
La mujer indicó que el puesto ha pasado por varias etapas en las que inicialmente fue atendido por su madre Adolfina, después quedó en manos de su hermana Armida, que es la que le puso el nombre al puesto “aguas Armida”, le siguió Rosa María y Reyna, hasta quedar en ella la responsabilidad de mantener la tradición familiar de venta de aguas preparadas con fruta.

EL CALOR AYUDA A LA VENTA
La vendedora explicó que desde marzo la venta de aguas frescas se dispara, pues se incrementan el calor y eso ayuda a que la gente se acerque a comprar, al grado que en un día se venden alrededor de 150 litros de agua preparada.

“El trabajo es pesado, empieza desde la noche anterior que se pone a remojar el arroz para la de horchata, se levanta uno temprano a pelar la fruta, realizar las mezclas, ponerle el hielo, y estar parada todo el día despachando, a pesar de ello el trabajo es noble, porque da para comer, para pagar a dos empleadas y en lo personal he logrado juntar dinero para hacer viajes a varias partes.
CALORES EN CHILPANCINGO
De acuerdo con los reportes meteorológicos en Chilpancingo se han tenido incrementos de temperaturas registrando máximas de 28.3 grados, mientras que el mes anterior las máximas se establecieron en 25.2 grados, esto genera una sensación de calor intenso, y promueve ir a disfrutar del agua de sabores en el puesto de la Güera

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