Chilpancingo, Gro. 11 de abril de 2023
Desde la más alta tribuna del Estado, el diputado local por Morena, Masedonio Mendoza Basurto, rememoró la lucha que encabezó el héroe revolucionario, Emiliano Zapata, por la dignificación de los campesinos e indígenas y la recuperación de sus tierras de manos de los hacendados, así como sus aportaciones a la construcción del México actual.
Durante la sesión ordinaria que celebró este martes el pleno del Congreso de Guerrero, Mendoza Basurto subió a tribuna para hablar de Zapata, esto en el marco de su 104 aniversario luctuoso que se conmemoró el día de ayer.
En su intervención, el legislador indicó que Emiliano Zapata es un símbolo de la Revolución Mexicana, pues encabezó la rebelión contra los hacendados azucareros en 1906 ante la desproporcionada distribución de la riqueza, lo que lo llevó a sumarse al movimiento que derrocó al dictador Porfirio Díaz.
Comentó que durante el porfiriato, con apenas 10 años, Zapata fue testigo del despojo que sufrían los campesinos de sus tierras a costa del enriquecimiento de los terratenientes.
Mendoza Basurto recordó que en 1909, Emiliano Zapata fue designado Jefe de la Junta de Defensa de las Tierras de Anenecuilco y a partir de ahí se concentró en defender a los campesinos que habían sido despojados de sus tierras por los hacendados porfiristas.
Dijo que durante su desempeño en el cargo no tuvo éxito en las gestiones ante el gobierno federal para que las tierras fueran devueltas a sus dueños, pues las autoridades le daban la razón a los ricos hacendados.
Ante esa situación, junto a su hermano y demás campesinos decidieron recuperar las tierras por la fuerza, iniciando la lucha en 1910, motivo que lo llevo a ser perseguido por el gobierno y llamado bandolero.
“Tenía arraigada la ideología de luchar contra las injusticias, situación que marcaría su destino mientras la gente se unía a su causa y el movimiento se fortalecía cada día, logrando unir a localidades vecinas de tres pueblos para realizar un régimen de repartición de las tierras que fuera justa para los campesinos; coincidentemente meses después acopió el Plan de San Luis, promulgado por Francisco I. Madero, el cual ofrecía la devolución de las tierras a sus legítimos propietarios”.
El legislador explicó que por esa razón Zapata y miles de campesinos más decidieron sumarse a ese movimiento, proclamando así el levantamiento armado y tomando la plaza de Villa de Ayala un 11 de marzo del año 1911.
Sin embargo, recordó que cuando Porfirio Diaz renunció a la presidencia, Madero pactó una transición asociativa con Zapata, pacto que consistía en desarmar al Ejército Zapatista y aplazar indefinidamente la devolución de las tierras, lo cual fracturo la relación entre ambos, ocasionando la promulgación del Plan de Ayala, que en su contenido convocaba a las armas para restituir las tierras a los campesinos, estipulando en ella las bases para lo que fuera una reforma agraria.
Recordó que este documento se convirtió en el estandarte de Zapata, quien terminaría uniendo fuerzas con el caudillo Francisco Villa para luchar, ahora, contra Venustiano Carranza.
Consecutivamente, explicó el diputado, Zapata regresó a Morelos para devolver a los campesinos sus tierras y crear instituciones para ayudar a este sector, dando vida a muchos de los principios establecidos en el Plan de Ayala.
“Todo parecía haberse restablecido, pero en el año de 1915 y 1916 emergen nuevos conflictos por parte de Carranza, quien ese entonces aspiraba la presidencia de la república, asumiendo el cargo de Presidente Constitucional de México en el año de 1917, queriendo imponer un proyecto político y logrando que Zapata perdiera seguidores. Para el año de 1918, Zapata era perseguido junto con su gente por los carrancistas, pues estos ya se habían apoderado de las plazas en el Estado de Morelos”.
Comentó que en ese contexto, previo a las elecciones de 1919, Zapata expresó su inconformidad a Venustiano Carranza a través de una carta, culpándolo de los males que en aquel entonces aquejaban al país y exigiéndole su renuncia a la presidencia, recibiendo como respuesta una persecución a todo su movimiento.
“Compañeras y compañeros diputados y diputadas, hoy recordemos al militar mexicano y comandante del ejército libertador del sur, símbolo de lucha y resistencia campesina en México, pues un 10 de abril pero del año 1919, en la hacienda de Chinameca Morelos muere Emiliano Zapata Salazar, alrededor de las dos de la tarde, asesinado con alevosía y a traición, junto con los soldados que lo acompañaban”, rememoró.
Finalmente, dijo que Zapata fue un hombre ilustre, que luchó por amor a la patria, la justicia social, la libertad, igualdad y democracia social por el respeto a las comunidades indígenas, campesinas y obreras, siempre en defensa de los campesinos y en general por un mejor país.