Acapulco, Guerrero. Mayo 14-2023 – El arzobispo Leopoldo González González, líder religioso del puerto de Acapulco, hizo un llamado al Estado para garantizar la seguridad de las personas que viven en zonas afectadas por la violencia, lo cual ha obligado al desplazamiento de numerosas familias. En su mensaje quincenal difundido en redes sociales, el arzobispo también abordó los desafíos de la labor docente en un contexto donde los jóvenes muestran poco compromiso y los adultos carecen de responsabilidad.

El arzobispo señaló que las inequidades en el sector educativo persisten tras el confinamiento impuesto por la pandemia de COVID-19, a lo que se suman las condiciones de inseguridad en algunas regiones que dificultan la labor de enseñanza en las escuelas. González González destacó la dificultad de educar en un momento en el que la responsabilidad tanto de jóvenes como de adultos hacia la educación parece escasear, y donde se cuestiona la importancia de la vida humana, la verdad y el bien.

En referencia al desplazamiento de familias en diversas regiones del estado, el arzobispo mencionó las dificultades que enfrentan al intentar regresar a sus comunidades debido a la falta de escuelas para sus hijos, ya que los maestros no pueden acudir debido a la inseguridad. En este sentido, expresó su agradecimiento y gratitud hacia los maestros por su labor decisiva en la vida de los alumnos y en la formación del tejido social, instándolos a realizarla con entusiasmo y buscando el bien de cada niño y joven que les ha sido confiado.

El arzobispo advirtió sobre la falta de cimientos sólidos y armonía en el proceso formativo, así como la disonancia entre el lenguaje, la mente y el corazón, lo cual deja a la humanidad a merced de consensos que a menudo surgen de intereses ajenos al bien de las personas y al bien común. Previamente al Día del Maestro, Leopoldo González González llamó a la pacificación del sector educativo en Guerrero, destacando su importancia y el papel fundamental que desempeña para reconstruir el tejido social en las familias.

El arzobispo resaltó que, durante más de 250 días, los alumnos no pudieron asistir a las escuelas debido a la pandemia de COVID-19, lo cual ha afectado tanto a los niños como a los jóvenes. La violencia en algunas zonas impide que los maestros acudan a dar clases y permanezcan en comunidades, ya que no cuentan con la tranquilidad necesaria para cumplir con su tarea de enseñar educación y valores. González González enfatizó la importancia del Estado de derecho para garantizar la educación de los menores y jóvenes que han sido afectados, al igual que los propios maestros. Asimismo, instó a examinar la situación actual del sistema educativo en el estado, reconociendo que la labor de educar nunca ha sido fácil y requiere de atención y soluciones para superar los desafíos presentes.

El arzobispo Leopoldo González González hizo un llamado a la reflexión sobre la importancia de la seguridad en las zonas afectadas por la violencia, especialmente aquellas donde las familias se han visto obligadas a desplazarse. Destacó que el Estado de derecho es fundamental para garantizar la protección de las personas y sus bienes, y expresó su preocupación por las dificultades que enfrentan los maestros para llevar a cabo su labor educativa en un contexto de inseguridad.

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